Comienzan a dinamizarse las compras de suelo y la venta sobre plano en otras capitales de provincia más allá de las ciudades más pobladas de España. Ésta es una de las conclusiones del último informe que ha publicado Solvia, la agencia inmobiliaria de Banco Sabadell, que sostiene que la inversión en suelo para levantar viviendas está creciendo con fuerza en los últimos tiempos.
A pesar de que todavía no hay cifras oficiales del cierre de 2017, sus cálculos apuntan a que la inversión en terrenos urbanos llegó a superar los 3.500 millones de euros durante el pasado ejercicio, una cifra que arroja un incremento de hasta el 41% respecto a 2014, cuando se invirtieron unos 2.470 millones.
“La creación de empleo y de empresas, la mejora en la confianza empresarial y el aumento del consumo de los hogares han desembocado en un aumento de la inversión inmobiliaria por parte de empresas e inversores en a locales comerciales, instalaciones logísticas e industriales y oficinas. Asimismo, la recuperación de la demanda en el sector residencial ha desencadenado un fuerte aumento en las transacciones de suelo urbano, cuyo comprador son fundamentalmente promotoras o fondos de inversión. Adicionalmente, las rentabilidades que pueden obtenerse en esta tipología de activos son superiores a las del producto prime, por lo que se configura como una oportunidad interesante para inversores con un mayor perfil de riesgo”, afirma Javier García del Río, director general de Solvia.
Para la inmobiliaria, el mercado ha entrado en una tercera fase de desarrollo. La primera fue la que se desarrolló en 2014 y parte de 2015, poco después de que los permisos para construir nuevas viviendas marcaran mínimos históricos. En estos primeros meses de recuperación, la actividad se centró fundamentalmente en Madrid, Barcelona y Málaga-Costa del Sol, los grandes polos de atracción del mercado doméstico.
En la segunda fase, desarrollada entre 2015 y 2016, la actividad se fue acelerando y se extendió a capitales como Alicante, Valencia, Sevilla, Palma, Córdoba, Gerona y Zaragoza, hacia áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona, así como a otros municipios de la Costa del Sol.
En cambio, la tercera fase (2017), la compra de suelo se ha dinamizado y se ha extendido por capitales de provincia a como Jaén, Murcia, Huelva, Lérida, Valladolid, Oviedo, Las Palmas, Bilbao, Pamplona o La Coruña.
¿Y qué espera de cara a este ejercicio? La respuesta es que prevé un repunte en la concesión de visados, esto es, en los permisos para construir obra nueva. De acuerdo con el informe, en 2018 podríamos ver unas 100.000 licencias, cifra que supera en más de tres veces los mínimos de la crisis y que supera en un 25% al volumen de visados previstos para 2017 (unos 80.000).
Dónde están los solares más caros
El informe de Solvia también analiza el precio aproximado de los solares según su ubicación, así como la situación del stock actual por provincias, de acuerdo con las operaciones de venta que ha llevado a cabo en los últimos meses.
¿Y cuáles son las conclusiones? Básicamente, que Madrid y Alicante son las provincias que han acaparado la mayor parte de las ventas. Junto con Barcelona y Málaga, acaparan el 60% de la inversión en suelo. Toda una señal de que los inversores están apostando por las regiones de España con mayor demanda de vivienda.
En lo que se refiere al precio, los suelos más caros se encuentran en Madrid (1.106 euros/m2), Vizcaya (1.012 euros/m2), Baleares (828€/m2), Málaga (699€/m2), Barcelona (675€/m2) y Valencia (643 €/m2). Alicante es la única provincia donde los suelos se están comprando a menos de 600 euros por m2.
En lo que se refiere al stock, Solvia asegura que Barcelona es la provincia con mayor volumen de suelos en venta de su cartera (casi 9.300), seguida de Madrid (unos 6.730), Valencia (4.230), Alicante (3.850), Baleares (3.640), Málaga (3.170) y Girona (3.070).
Qué demandan los inversores en cada zona
Solvia asegura que los productos más demandados por los inversores son actualmente los suelos finalistas de uso residencial (es decir, para levantar nuevas promociones), seguidos los activos de industrial y logística. Esto es lo que sucede por ejemplo en Madrid, Comunidad Valenciana y Murcia.
Sin embargo, en regiones como Cataluña, también es importante la demanda de locales comerciales, mientras que en Andalucía destaca la demanda de activos hoteleros, igual que sucede en Baleares y Canarias,
En el País Vasco, en cambio, se ha producido un fuerte crecimiento de la demanda de activos logísticos e industriales en las tres capitales y sus entornos metropolitanos. En este segmento, es especialmente relevante la demanda por parte de los operadores en la zona del Corredor del Henares (Madrid-Guadalajara), donde prima el proyecto llave en mano, ya que permite al operador optimizar su almacén (superficies, alturas, ahorro energético…).
En Castilla y León se buscan activos de todo tipo: en la zona de Palencia principalmente oficinas, mientras que en Valladolid tira más la logística y los suelos residenciales, algo que también se busca en Burgos. En Asturias destaca la demanda de oficinas y activos terciarios, mientras que en Galicia destaca la demanda de solares residenciales situados en el centro de las ciudades.
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