Cuánto cuesta construir una casa prefabricada, según una propietaria

Calcular lo que cuesta construir una casa prefabricada es difícil de responder. El precio responde a múltiples variables, más teniendo en cuenta el incremento del coste de los materiales.

Clara es una de esas personas que se ha embarcado en la construcción de una vivienda modular. En este caso, se ha decantado por una fabricada con contenedores marítimos. De primera mano, nos explica el porqué de su elección, cuánto cuesta y cómo es el proceso.

¿Por qué has decidido construir una casa hecha con contenedores?

Básicamente, por necesidad. La salud de un familiar a mi cargo empeoró y necesitaba una vivienda mejor adaptada. Vivimos en el campo y nuestras parcelas estaban conectadas. Así que, tras meses de reflexión, decidimos vender su casa para construir una más accesible para él.

Momento en el que la grúa deposita el contenedor idealista

Era la opción más económica dentro de lo que buscábamos. Nos daba flexibilidad y la máxima personalización a un precio menor. Además, era lo que menos problemas nos iba a traer con el ayuntamiento, ya que la parcela está ubicada en una urbanización catalogada como la antigua “rural” y no dan nuevas licencias de obra.

¿Cuánto ha costado? 

El precio final de la casa, con todos los acabados (aislamiento, ventanas y puerta, cerraduras, revestimiento, cocina y baño completos, rejas en las ventanas, instalación eléctrica y de agua, etc.) es de 45.751,86 euros. La casa consta de dos containers unidos, de forma que crean un rectángulo. Las medidas de cada contenedor marítimo son 12,4m x 2,4m aproximadamente, por lo que la casa tendrá una medida exterior de 12,4m x 4,8m. En su interior hay dos habitaciones, un baño y salón-cocina.

Render del interior de la vivienda idealista

Según hemos calculado, en la obra final, con la casa y acondicionamiento del terreno, se destinarán unos 55.000 euros aproximadamente. Hay varias cosas que ya estaban hechas desde hace varios años, como el aplanamiento del terreno, por lo que en ese sentido hemos podido ahorrar dinero.

¿El precio ha sido decisivo frente a otras opciones?

No ha sido realmente decisivo, ya que el precio inicial era un 20% menor. Por desgracia, en el tiempo en el que estuvimos pidiendo presupuestos, todo el material se encareció y, si queríamos la casa, teníamos que pagar ese extra. Aun así, decidimos hacerlo porque seguía estando dentro de nuestro presupuesto y nos parecía la mejor opción. 

¿Son las casas-contenedor más baratas que otras viviendas prefabricadas?

Sí, son más baratas que otras construcciones que hemos barajado. Muchos nos comentaron que era mucho dinero y que una casa prefabricada al uso hubiera salido mejor. Pero los productos que miramos no nos aseguraban la calidad ni las garantías de durabilidad que sí nos brinda un contenedor marítimo reformado.

El contenedor ya ubicado idealista

Todas las casas de madera, móviles y prefabricadas que hemos consultado se movían en el rango de los 50.000 euros las más baratas, hasta los 80.000 euros las de mayor calidad. Con los contenedores, hemos podido conseguir una casa de mejor calidad a un precio más que asequible en el mercado actual.

Estas son las opciones de casas prefabricadas que barajamos previamente:

• Casa prefabricada de madera: Fue nuestra primera opción. Finalmente, la descartamos porque los materiales habían subido muchísimo y, además, el ayuntamiento podría poner más problemas al ser obviamente una vivienda.
• Casa móvil: Nos gustaba la idea, ya que, al ser móvil, teníamos una vía de defensa frente al ayuntamiento, en caso de que nos pusieran problemas. Sin embargo, no llegamos a encontrar ninguna que nos convenciera del todo y no son tan baratas como se cree. Como el presupuesto era ajustado y necesitábamos ciertas características, terminamos por descartar este tipo de vivienda.
• Casa-container: Fue la última opción y la que finalmente elegimos. Mucho más económica que las anteriores. Es fácil de personalizar, ya que no dejan de ser contenedores marítimos unidos unos a otros y con una buena relación calidad-precio. Es lo que más se ajustaba a nuestro presupuesto, con el plus de que por fuera llama menos la atención que otras viviendas.

¿Qué permisos y licencias habéis necesitado? 

No hemos necesitado licencia alguna (sinceramente, tampoco hemos hecho el intento de pedirla, ya que nos hubiéramos expuesto a una posible sanción económica). Sí que preguntamos hace varios meses, pero rotundamente nos dijeron que no nos la iban a otorgar, fuera la casa que fuera. 

El precio de la casa asciende a 45.750 euros. idealista

Fue muy frustrante el querer dar uso a una parcela en propiedad desde hace más de 30 años para una persona impedida y dependiente que necesita unas características básicas y que no se dignaran ni a escuchar. Incluso escribí al alcalde de la localidad exponiendo el caso y pidiéndole directamente una cita para poder hablar con él, pero no obtuve respuesta.

¿Qué equipamientos posee?

Tiene todas las características típicas de una vivienda habitual. En la urbanización hay red eléctrica y agua, por lo que únicamente hemos tenido que pedir que nos den conexión a la vivienda para tener luz (aún estamos a la espera de que vengan a conectar el cuadro a la red de la urbanización) y poner las tuberías. Como es una parcela destinada al cultivo de naranjos y olivos, esta última parte ha resultado más sencilla.

Para depender menos de la electricidad y bajar el nivel de consumo, hemos decidido instalar placas solares en el techo de la vivienda. Esto cumplirá dos funciones: abastecer de electricidad a la casa y quitarle sol y calor a la misma.

¿Cuánta superficie tiene la vivienda?

Cada contenedor tiene una medida de 27 m2, por lo que tiene una superficie aproximada de 60 m2. La parcela tiene 2.500 m2. Alrededor de la casa se está acondicionando el terreno para instalar un porche y un camino que lleve a la entrada.

¿Dónde se ubica?

Está en Andalucía, donde se cambió la Ley del Suelo, pero aún no se ha aplicado en ningún ayuntamiento… 

¿Qué ha sido lo mejor del proceso? 

Lo mejor ha sido poder ser testigo de cada pasito que ha ido dando la casa, poder elegir los detalles a gusto personal y ver cómo esa idea que se tiene en la cabeza se ha ido transformando en realidad. Otorga mucha satisfacción ver cómo se materializa algo que llevas planeando y por lo que llevas luchando mucho tiempo: el poder disfrutar de una vivienda el día de mañana.

¿Y lo peor?

Lo peor han sido los constantes problemas que han ido surgiendo y que han retrasado la construcción. Por ejemplo, no había grúas para bajar los contenedores del camión, se equivocaron de puertas (las cuales tuvimos que pelear las medidas a pesar de haber avisado desde el minuto uno), cambios de última hora por detalles inesperados, la falta de obreros… 

A veces, aparecen las dudas y te replanteas si has tomado la mejor decisión y si no hubiera sido mejor, como decían, construir una casa prefabricada , a pesar de que eso nos podría haber ocasionado problemas con el ayuntamiento.

En definitiva, siempre pesan más las cosas buenas, pero ninguna construcción es sencilla y menos cuando te sales de lo común, ya que hay menos trabajadores dispuestos a arriesgarse a hacerlo (por miedo a no cumplir correctamente con el resultado final). Sin embargo, si tuviera que elegir de nuevo, volvería a escoger una casa-contenedor.