Joana Vasconcelos: “Siempre me he preguntado por qué tantas mujeres talentosas antes que yo no tuvieron las mismas oportunidades”

Una de las preguntas que le hicieron a la artista portuguesa Joana Vasconcelos en la rueda de prensa previa a la apertura de Brafa (Brussels Art Fair, una de las ferias de arte y antigüedades más prestigiosas de Europa que celebra actualmente su 70 edición en Bruselas), es si pensaba que la mujer contaba con suficiente representación en el mundo del arte. Y no nos referimos a que puedan verse caras y cuerpos femeninos en esculturas ni cuadros, sino a que las pinacotecas y las ferias de arte cuenten con suficiente representación femenina entre sus obras. 

Vasconcelos, cuyo trabajo se caracteriza por un enfoque irónico y humorístico que aborda, entre otros temas, el estatus de la mujer, no dudó en responder que no. Su presencia en esta exquisita feria es una prueba más de que la mujer ha estado rezagada en este sector: es la primera fémina en ser invitada de honor desde que este encuentro vio la luz hace ya 70 ediciones.

El reconocimiento internacional de Vasconcelos se consolidó en 2005, cuando participó en la primera Bienal de Venecia curada por mujeres, donde presentó La Novia, una lámpara de araña de forma clásica cuyos colgantes de cristal fueron reemplazados por aproximadamente 14.000 tampones. Desde entonces, ha sido la artista más joven y la primera mujer en exponer en el Château de Versailles en 2012, la primera artista portuguesa en realizar una muestra individual en el Museo Guggenheim de Bilbao en 2018. En 2023 tuvo la oportunidad de exhibir en las prestigiosas Galerías Uffizi y el Palazzo Pitti en Florencia, junto a figuras emblemáticas como Leonardo da Vinci, Miguel Ángel y Caravaggio. En febrero de este año llegará a Madrid con la expo Flamboyant en el Palacio de Liria.

Hablamos con Joana Vasconcelos de su trayectoria y de su visión del arte. 

Vasconcelos diseñando su obra de arte Gallo Pop ©Bruno Portela

¿Qué supone para usted participar en ferias como Brafa?

Como artista, ferias como Brafa tienen una enorme importancia, especialmente en tiempos difíciles. Sirven como plataformas para el diálogo, el intercambio cultural y el entendimiento mutuo, cualidades que son esenciales en la sociedad actual. Ser nombrada Invitada de Honor de Brafa es un gran privilegio, especialmente ahora que la feria celebra su 70 aniversario, un hito que subraya su importancia histórica e influencia global. Como primera artista femenina en ocupar este prestigioso puesto, me siento honrada de contribuir a un evento que encarna la convergencia de la tradición y la innovación. A lo largo de mi carrera, a menudo he sido la primera mujer en lograr tales reconocimientos, desde mis instalaciones en Bilbao y Versalles hasta este título en Brafa. En lugar de simplemente celebrar estos logros siempre me he preguntado por qué tantas mujeres talentosas antes que yo no tuvieron las mismas oportunidades. No es casualidad que materiales como la piedra y el metal sigan considerándose "nobles", ya que el mundo del arte sigue estando dominado predominantemente por los hombres. Para mí es importante utilizar la plataforma que he creado para destacar estos problemas a través de mi trabajo y contribuir a esta conversación vital.

¿Qué presenta en Brafa?

Dos valquirias monumentales, Valkyrie Seondeok y Valkyrie Léonie. Las valquirias son esculturas de una serie inspirada en las poderosas figuras femeninas de la mitología nórdica que se elevaban sobre los campos de batalla para resucitar a los guerreros más valientes y llevarlos al Valhalla. Estas obras encarnan el espíritu de fuerza y ​​resiliencia, cualidades que creo que resuenan profundamente con el momento contemporáneo.

¿Qué proyectos tiene para 2025?

Después de Brafa exhibiré algunas obras en La Patinoire Royale, que se inaugura el 1 de febrero. Viajaré a Madrid en febrero, donde inauguraré Flamboyant, una exposición inaugural individual en el Palacio de Liria. Allí mostraré algunas de mis obras más emblemáticas, incluidas Marylin, Valkyrie Thyra y Flaming Heart. Este año promete ser emocionante y ajetreado, y no podría estar más contenta sobre todo quiero seguir haciendo lo que he estado haciendo hasta ahora, perseguir mi arte donde sea que me lleve.

¿Podría mencionar algunos de los artistas portugueses que más le gusten? 

Cuando se trata de artistas portugueses siempre debo mencionar a Paula Rego. Su trabajo ha sido una influencia significativa y admiro su capacidad para abordar temas complejos, a menudo inquietantes, con una imaginería tan poderosa. Su capacidad para fusionar historias personales y colectivas en su práctica es algo que aprecio profundamente. 

¿Y artistas españoles?

Expondré en el Palacio de Liria en Madrid en febrero y uno de los aspectos más estimulantes ha sido interactuar directamente con las obras de Diego Velázquez y Francisco Goya, cuyas obras maestras son parte integral de la colección del palacio. Mis instalaciones dialogarán con sus obras de arte, explorando cómo el arte contemporáneo puede reinterpretar sus contribuciones y enriquecer nuestra comprensión de las narrativas históricas.

Vasconcelos diseñando "Ill be your mirror" ©Luís Vasconcelos

Hay una galería portuguesa presente en Brafa, que exhibe principalmente platería portuguesa. Para usted también es importante recuperar elementos tradicionales como parte del patrimonio, ¿con qué elementos le gusta más trabajar?

Mi identidad como artista portuguesa está profundamente arraigada en mi trabajo, dando forma tanto a su forma como a su significado. Si bien nací en Francia durante el exilio de mis padres, crecí en Portugal, inmersa en el rico patrimonio artístico y cultural del país. Esta educación influyó profundamente en mi visión creativa, ya que me cautivó la riqueza de la artesanía y las tradiciones portuguesas que se han convertido en parte integral de mi práctica. La conexión entre las artes y la artesanía en Portugal (azulejos, cerámica, textiles, bordados, joyas y carpintería dorada) son la base de mi lenguaje artístico. Estos elementos, con su intrincada artesanía, colores vibrantes e interacción de la luz, reflejan las sensibilidades barrocas que inspiran gran parte de mi trabajo. No solo representan un legado cultural sino también un testimonio del conocimiento, la creatividad y el espíritu de las personas que han transmitido estas tradiciones de generación en generación.

En Brafa puede verse otras de sus obras, un caracol de crochet…

El crochet, por ejemplo, tiene un profundo significado en mi práctica, ya que representa la fusión de tradición e innovación, herencia y transformación. Tiene sus raíces en las artesanías tradicionales de Portugal, como los textiles, el bordado y la cerámica, y encarna la riqueza cultural y el legado artesanal que han dado forma a mi identidad creativa. El crochet resuena profundamente porque es una artesanía históricamente vinculada a la vida doméstica y a menudo ignorada en el ámbito del arte elevado. 

Al elevarlo, desafío las nociones tradicionales de artesanía y arte, recuperando su poder y relevancia en el discurso contemporáneo. La naturaleza intrincada y laboriosa del crochet lleva consigo la historia, el conocimiento y el espíritu de generaciones que han preservado y transmitido estas técnicas. Cuando incorporo esta artesanía a mi trabajo, no solo hago referencia a la tradición, sino que la descontextualizo y la reinterpreto activamente para el presente.

Al mismo tiempo, integro tecnología (como la iluminación y el movimiento) en mis esculturas tejidas a crochet, creando un diálogo entre el pasado y el futuro. Esta síntesis me permite destacar la relevancia duradera de las artesanías tradicionales al tiempo que expando sus límites, demostrando cómo pueden evolucionar y adaptarse en un contexto contemporáneo. El crochet se convierte no solo en una artesanía, sino en una poderosa herramienta para contar historias, preservar la cultura e innovar artísticamente, cerrando la brecha entre las historias personales y las conexiones universales. El arte es una poderosa herramienta para la conversación, y mi motivación radica en crear un trabajo que resuene con las personas tanto a nivel intelectual como emocional. Se trata de conectar lo personal con lo universal y usar la creatividad para arrojar luz sobre las complejidades de nuestra humanidad compartida.

Brafa Art Fair: Brussels Expo. Desde el 26 de enero al 2 de febrero.