Desde muy pequeño ya le decían en el colegio que tenía potencial creativo y sus padres lo supieron ver a tiempo: sus estudios se encaminaron por el mundo del arte. Aitor Viteri es uno de los interioristas más afamados de nuestro país y cofundador junto con Elena Lapeña del estudio de interiorismo Viteri Lapeña. En sus proyectos hay un elemento fundamental que no puede faltar: una obra de arte. Porque el arte para él nos mueve el corazón y el mundo.
Entre proyecto y proyecto, Viteri saca tiempo para dar clases a jóvenes talentos en la Escuela Madrileña de Decoración, otro trabajo que le apasiona. En esta entrevista para idealista/news, el interiorista nos descubre cuál es el verdadero lujo en una vivienda: el bienestar personal.
¿Cómo y cuándo comenzó tu carrera en el mundo del interiorismo?
Mi carrera profesional empezó hará casi 30 años. Yo realmente empecé en la escuela de decoración hace muchísimos años, con 16 años. Entonces tuve la suerte de poder empezar muy joven y tener una trayectoria a día de hoy muy larga dentro de la profesión.
Desde niño me acuerdo en el colegio que decían “este niño es artista, es diferente, tiene unas inquietudes diferentes”. Entonces tuve la suerte de que mis padres supieron canalizar todo eso y me llevaron por esa educación artística. Potenciaron la creatividad, diferentes disciplinas, porque entonces casi no había este tipo de recursos que tenemos ahora.
¿Qué define tu estilo como interiorista?
No tengo un patrón muy definido dentro del estudio porque siempre nos amoldamos a las necesidades, evidentemente de un cliente. Pero sí es verdad que dentro de nuestros proyectos hay muchos puntos en común, como, por ejemplo, la importancia de la obra de arte, y siempre buscamos recursos creativos basados en el arte y novedosos materiales
¿Cómo influyen las emociones y la psicología en el diseño de interiores que creas?
Tenemos que ser capaces de captar lo que quieren los clientes sin que nos lo comuniquen. Y eso se hace al final a través de la experiencia. Clientes que dicen no sé cómo explicarte lo que me gusta, pero eres capaz de captarlo y eso al final es algo que tú vas captando o ves cosas que el resto no ven. Entonces, a partir de ahí, las emociones juegan un papel muy importante porque entramos en la forma de vida de personas ajenas a nosotros y que muchas veces ni conocemos y están depositando toda su vida en nosotros. Y nuestro trabajo es facilitarles esa vida. Cumplir con todas sus expectativas, sin lugar a duda, y dejar un espacio armónico, un espacio dotado con todas sus necesidades y que estéticamente les dé la paz, la relajación, lo que estén buscando en ese momento.
Para mí el lujo en una vivienda es el bienestar
¿Cuál es el tipo de perfil de cliente de vuestro estudio?
Podríamos estar hablando de un cliente de entre 40 y 60 años, con un poder adquisitivo medio-alto y con ese punto de amor por la estética. Como ven que trabajamos con mucha obra de arte y que nos apasiona el color, las texturas, los colores, sí que nos viene un tipo de perfil que le gusta todo eso, lo cual el camino es mucho más fácil, porque el lenguaje de comunicación es mucho más fluido.
¿Qué tipo de obras de arte te gustan y con qué artista trabajas?
Generalmente trabajamos con galerías. De hecho, son unas galerías maravillosas que cuando el cliente, de repente, dice “pues hay ciertos artistas que no los conozco”, se hacen rutas, se visita el taller del artista, y además se hace una ruta de posibles artistas para poder invertir. Entonces, es maravilloso porque nuestro cliente se lleva la obra de arte, pero también se lleva esa educación de artistas contemporáneos donde pueden empezar a hacer sus pequeños pinitos en el mundo del coleccionismo.
¿Cuáles consideras que son las tendencias más importantes en el diseño de interiores actualmente en España y a nivel mundial?
Hablaríamos primero de un bienestar como persona humana, dentro de tu propio entorno. Se busca esa calidez, se busca ese espacio acogedor, ese refugio. Entonces toda esa parte natural o de encuentro de uno mismo con la naturaleza es ahora mismo el punto más importante, sin olvidarnos evidentemente de las nuevas tecnologías que se están acoplando a esta forma de vida con tu entorno. ¿Para qué? Para ese bienestar y para encontrar ese punto del yo mismo, ese yo interior. Al final el lujo está tendiendo más a eso que a lo ostentoso como era antiguamente. Qué es más lujoso: ¿tener algo sumamente dorado o tener un espacio donde yo me encuentre bien conmigo mismo, tenga espacio para meditar, para pensar y para relajarme? El lujo se está yendo a ese encuentro con uno mismo, lo cual a mí me parece que es maravilloso.
Con la aceleración que está sufriendo el mundo y nuestra vida y nuestro trabajo, el lujo se está convirtiendo en ese punto en el que podemos ser capaces de parar, meditar, reflexionar y tener ese encuentro con nosotros mismos.
Cuando hablamos de cómo introducimos o cómo esa naturaleza afecta dentro del interiorismo de la decoración dentro de una vivienda, hablamos sobre todo de los materiales, es decir, materiales nobles como son la madera o las piedras naturales. Materiales casi sin tratar, en estado puro, que aportan al espacio esa comunicación o esa simbiosis entre el exterior y el interior, donde, además, si aportamos elementos artesanos que, al estar también en auge en el mundo de la artesanía, nos da ese puntito de exclusividad porque la artesanía sabemos que es una y no más.
¿Qué interiorismo demanda un comprador de vivienda de lujo?
Para mí el lujo es el bienestar. Y antiguamente el lujo era una parte ostentosa de mostrar lo que tienes. Si nos vamos a la edad de los egipcios, pues estaba el faraón, las pirámides llenas de oro, porque lo que querían era marcar quién era quien tenía más. Yo creo que ahora el quién tiene más no se marca tanto. Se busca esa calidad de vida, ese entorno y ese bienestar personal. Para mí es fundamental un buen trabajo de iluminación, una elección de materiales, recorridos dentro de la vivienda que funcionen y que vayan ‘ad hoc’ a la forma de vida. Pero fíjate, el lujo que más están pidiendo va relacionado no con un material, digamos oro o metalizados, etcétera, sino con tener un spa dentro de la vivienda o tener un gimnasio o un salón con cine donde poder relajarse con la familia.
¿Cómo introduces el color en tu trabajo?
Estamos continuamente viendo colores naturales, colores neutros, terrosos, colores que evocan a la naturaleza. Pero aquí me has dado una tecla y es que a mí me encanta el color. Entonces, buscar ese punto de contraposición para que el proyecto o la estancia vibre, me parece que es fundamental. Por eso, recurrimos mucho a obras de arte porque al final son elementos que vibran dentro del espacio y que en un momento dado se puedan retirar y que el espacio siempre sea como un lienzo en blanco. Que cualquier habitante pueda meditar, pueda pensar o pueda estar a gusto dentro. Creo que el color también es un poco ese punto de atrevimiento y de personalidad del cliente.
¿Qué elemento decorativo no debe faltar en una vivienda?
El elemento decorativo que no puede faltar en cualquier vivienda tenga el cliente un poder adquisitivo alto o menos alto, son las obras de arte. Yo, por suerte, he tenido la posibilidad de poder trabajar en diferentes disciplinas de arte y creo que el arte es lo que nos mueve el corazón, mueve el mundo y creo que, al final, en una vivienda, no puede faltar una buena obra de arte.
Dentro del arte, ¿qué tipo de disciplina te gusta más?
Me gustan mucho la pintura y la escultura, pero no renuncio a otro tipo de disciplinas, como hablábamos antes de artesanías, que al final es que lo ha hecho alguien con sus manos. Todo aquello que lleva la impronta del artista me parece que no tiene precio.
¿Quiénes son tus mayores influencias o referentes en el diseño?
Por ejemplo, si hablamos de un artista que para mí es un genio por cómo trabaja el mundo del arte es Yayoi Kusama. Es ver sus obras y me emociono. Si hablamos del mundo, por ejemplo, del diseño, un clásico es Jacques García, me parece que es un decorador francés increíble de toda la vida. Creo que es maestro de maestros. Y en España, sin lugar a dudas, para mí, Lázaro Rosa-violán, por decir un diseñador en activo que sigue madurando, sigue creciendo. Me parece que es increíble.
¿Hacia dónde te gustaría llevar tu carrera en los próximos años?
Me veo tranquilo, me veo sereno, me veo relajado porque al final soy feliz con el trabajo. Cada vez que sale un proyecto nuevo me sigo enamorando de ese proyecto como el primer día y creo que eso al final nos hace ser felices. Entonces, ¿cómo me veo? siendo feliz y trabajando en el estudio junto con mi socia Elena. También quiero seguir siendo docente en la Escuela Madrileña de Decoración, no hay cosa más enriquecedora que poder aportar un granito de arena formando a jóvenes talentos, a los que serán las nuevas generaciones de interioristas y decoradores.
En vuestro portfolio, ¿qué peso tiene la vivienda y otros inmuebles como restaurantes o locales comerciales?
Generalmente en el estudio podríamos asignar un 80% de los proyectos a vivienda y un 20- un 25% a ‘retail’. En el ‘retail’ ponemos en marcha esa creatividad, ese poder creativo que buscas, algo que sea diferente, impactante, que llame la atención a la sociedad, porque es un recurso que es para más gente, a nosotros nos gusta muchísimo. Evidentemente la vivienda es algo que estamos trabajando con el cliente mano a mano y es donde habitamos y tiene que estar mimado y cuidado. Y lo otro podríamos decir que es jugar a divertirse. Entonces también nos parece que es apasionante.
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