El nombre de Marco Velázquez ha sonado en varias ocasiones por las calles de Chicago estos últimos días, debido a un caso de okupación que, esta vez, ha terminado en final feliz.
El propietario dispone de una vivienda en la ciudad estadounidense que había puesto a la venta, y un día acudió junto a un agente inmobiliario y a un posible comprador, pero se encontró con una situación inesperada: una pareja había okupado su casa.
Velázquez no dudó en llamar a la policía y, pese a que los documentos demostraban que la propiedad no correspondía a los okupas, los agentes no pudieron desalojarlos, ya que, según la legislación del estado de Illinois, necesitan una orden judicial.
Esta situación habría provocado al propietario comenzar un extenso y costoso proceso judicial para recuperar su inmueble. Sin embargo, el propietario optó por una media que resultó ser más afectiva.
Marco Velázquez se mudó junto con su mujer esa misma noche a la vivienda que quería vender, y pese a no haber ningún enfrentamiento físico, había una tensión en la casa que llevó a los okupas a proponer un trato: abandonar la casa a cambio de 8.000 dólares (casi 7.000 euros al cambio actual).
El propietario estaba indignado ante esa situación, pero la posibilidad de cerrar ese capítulo cuanto antes llevó a Velázquez a negociar con los okupas, cerrando el acuerdo en 4.300 dólares (3.600 euros).
Esta decisión generó cierto revuelo en la zona: muchos se muestran indignados porque haya tenido que pagar para recuperar lo que es suyo. No obstante, el acuerdo evitó una escalada del conflicto y una costosa batalla legal.
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