El gasto público, la deuda y los impuestos merman la libertad económica en España, según el IEE

España se mantiene, un año más, entre los países desarrollados que registra una menor libertad económica. 

Según la nueva edición del índice que publican cada año el Instituto de Estudios Económicos (IEE) y la Fundación Heritage, el nivel de libertad económica en España es un 7% inferior a los países de la OCDE y ocupa el puesto 31 de los 38 países desarrollados y el 53 del ranking mundial, que incluye un total de 184 países. Por tanto, se sitúa muy lejos de las posiciones de liderazgo que ostentan países como Suiza, Irlanda, Dinamarca o los Países Bajos, "lo cual condiciona nuestro progreso económico y bienestar", lamenta el documento. 

Detrás de este resultado se enconden varias variables derivadas del excesivo tamaño del Estado, como por ejemplo el nivel de gasto público, el elevado déficit estructural, una deuda pública creciente y una presión fiscal excesiva que afecta tanto a empresas como a familias. En concreto, España ha registrado una puntuación por debajo tanto del promedio de la OCDE como del de la Unión Europea, tanto en el resultado global del índice como en varios de sus componentes específicos, aunque destaca la brecha negativa en salud fiscal (-27,7 puntos respecto a la media OCDE). 

Esta situación, añade el documento, "limita la capacidad del Estado para responder a crisis, reduce el margen para bajar impuestos y desincentiva la inversión privada. En cuanto al gasto público, su peso excesivo sobre el PIB, en relación a nuestro nivel de renta, interfiere con el desarrollo del sector privado, distorsiona la asignación de recursos y debilita los incentivos a la productividad. Esta expansión del aparato estatal no solo genera ineficiencias, sino que también compromete la sostenibilidad fiscal a largo plazo". 

Tras la salud fiscal, las variables donde España está peor que el promedio de los países desarrollados son el gasto público (-10,4 puntos), la solvencia financiera (-8,4 enteros), la efectividad judicial (-8,3), la carga impositiva (-8,2) y buen gobierno (-7,5). En cambio, registra una nota superior a la media de la OCDE en estabilidad monetaria (5) y apertura comercial (4,8), dos aspectos exógenos a la política interna del país. 

Instituto de Estudios Económicos (IEE)

Suiza encabeza el ranking del mundo desarrollado

En el Índice de Libertad Económica (ILE) del año 2025, Suiza es el país que encabeza la OCDE, seguida por Irlanda y Luxemburgo; posiciones que se han mantenido sin variación respecto al año pasado. 

El siguiente país de la lista es Australia, que ha subido siete puestos en el último año; seguido de Dinamarca (5º), Estonia (6º), Noruega (7º), Países Bajos (8º), Nueva Zelanda (9º) y Suecia. Por encima del promedio de los países desarrollados también se encuentran Finlandia, Canadá, Corea del Sur, Chipre o Alemania.

En cambio, Portugal y EEUU ya se encuentran por debajo de la media, al igual que Reino Unido. España se encuentra en el puesto 31 de la OCDE, por delante de Francia (32), México (34), Italia (35) o Grecia (36). Colombia y Turquía ocupan las dos últimas posiciones del ranking. 

El ranking mundial que incluye 184 países, está capitaneado por Singapur, que se mantiene otro año más como la economía más libre del mundo, destacando por su resiliencia institucional y su entorno favorable a la inversión; seguida de Suiza, Irlanda y Taiwán, que ocupa el cuarto lugar y alcanza su mejor posición internacional en la historia.

El estudio hace hincapié en la tendencia inversa que siguen EEUU y Argentina. Respecto a la mayor economía del planeta, subraya que continúa su descenso y cae tres puestos en esta edición, hasta quedarse en el 28 de la clasificación mundial, "debido al elevado gasto público y al deterioro fiscal bajo la Administración Biden", y que parece que va a continuar bajo el mandato de Donald Trump.

En cambio, Argentina protagoniza una de las mejoras más notables del índice (puesto 124 en 2025, frente al puesto 145 en 2024), impulsada por la agenda reformista que está llevando a cabo Javier Milei. 

En el caso concreto de España (que ocupa el puesto 53), el documento no solo critica la posición actual, sino que también incide en que la economía española "ha permanecido sin avances significativos en este indicador" en los últimos tiempos. "Esta situación refleja una falta de iniciativa por parte de las autoridades para impulsar la competitividad internacional en este ámbito". E insiste en que "sin una corrección decidida, España corre el riesgo de perpetuar un entorno económico poco competitivo y vulnerable", alerta.

Motor del crecimiento, la innovación y el bienestar 

El estudio presentado por el 'think tank' de la CEOE sostiene que "la libertad económica y de empresa es el motor del crecimiento, la innovación y el bienestar en las economías avanzadas"; e insiste en que "los países que protegen estos principios canalizan mejor sus recursos, generan empleo de calidad y logran mayor prosperidad social. En el contexto actual, caracterizado por una creciente complejidad institucional, transformaciones tecnológicas aceleradas y tensiones geopolíticas, la libertad económica cobra una relevancia estratégica".

Y añade que "la actividad empresarial y, especialmente, la inversión, dependen en gran medida del entorno institucional en el que se desarrollan. Los países con mayores niveles de libertad económica utilizan sus recursos de forma más eficiente, lo que contribuye a ampliar el potencial de crecimiento económico". 

Según el IEE, es necesario "revertir el deterioro de la facilidad inversora" y romper con el actual "entorno menos favorable para la inversión empresarial, con mayores restricciones regulatorias y menor seguridad jurídica"; y reforzar el principio de libertad de empresa, que "no solo es un derecho económico, sino una condición necesaria para el dinamismo del sistema productivo y para la sostenibilidad del crecimiento. No hay sostenibilidad ambiental o social sin una sostenibilidad financiera que las haga posible en el marco de la empresa", conciuye.