Guim Costa i Calsamiglia, decano del COAC: “Hay que trabajar para transformar el suelo en edificable”

La edificación en Cataluña en 2024 presenta unos datos de superficie visada muy similares a los del año anterior con el visado total de 4.714.594 m2, en datos oficiales del Colegio de Arquitectos de Cataluña, COAC. Respecto al número de viviendas, se han visado 17.429 viviendas de nueva creación, representando un aumento del 9,7% respecto a 2023.

El decano de los arquitectos catalanes valora positivamente los anuncios en materia de vivienda por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y del plan del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, de crear 50.000 nuevas viviendas públicas antes de 2030 en Cataluña. Si bien los arquitectos quieren que se agilice la concesión de licencias para asumir todos estos retos. dealista/news entrevista a su decano para analizar los actuales problemas de la construcción de vivienda en Cataluña.

¿Cómo valoráis desde el COAC los anuncios en construcción de vivienda del presidente de la Generalitat de Cataluña? 

Hacer 50.000 viviendas nuevas, en una proporción muy alta de alquiler, para ponerlas en el mercado es valorado muy positivamente porque la vivienda es una cuestión que urge poder solucionar, debido a la alta demanda que hay por la gran cantidad de gente joven que necesita una primera vivienda. También por los recién llegados -Cataluña ha crecido en 1,5 millones de habitantes en los últimos 20 o 25 años-, y por lo tanto se necesita poder proporcionarles una vivienda.

Por un lado, la actividad económica de Cataluña es muy intensa. Esto atrae a gente de fuera y es importante proporcionar una vivienda digna, pues, muchas veces acaba pasando que comparten pisos grandes entre varias familias, y esta no es una manera de vivir adecuada.

En vuestra presentación sobre los datos en visados de vivienda comentabais que, desde que se plantea la construcción de una vivienda hasta que concluye la obra, pueden pasar uno o dos años. ¿Cuáles son los problemas que hacen que haya tan poca vivienda nueva en Cataluña?

Desde el COAC visamos proyectos de promoción privada y, por lo tanto, nuestros visados lo que explicitan es las viviendas que se han visado desde la promoción privada. Aquí tendríamos que combinar la promoción privada con el apoyo público al desarrollo de vivienda asequible. 

Una cuestión muy importante sería que estas viviendas -y esto ya se está empezando a plantear de manera firme- siempre fueran públicas y volviesen, en un período de 75 o 100 años, a la administración pública. Por lo tanto, estamos sumando estas 17.500 viviendas de nueva creación de 2025, que todo hace prever que este año la cifra será parecida, a lo que la administración pública pueda promover, tanto desde un punto de vista propio de la administración como con acuerdos entre el sector público-privado.

Con esto podríamos alcanzar esta cantidad de 50.000 viviendas, que es un poco la demanda que se prevé. ¿Qué problemas hay? Que hay poco suelo detectado por la administración preparado para empezar a construir. Hay que trabajar para la transformación del suelo en suelo edificable. 

Las tramitaciones de las licencias, muchas veces, tardan meses, demasiados, y habría que buscar una manera de agilizar las licencias de obra. También podríamos añadir que en los últimos tiempos ha habido un exceso de normativas en el sector. A la hora de hacer un proyecto, deben pedirse muchos informes sectoriales, cumplir de una manera muy exigente normativas como las de habitabilidad, incendios, accesibilidad, que son normativas muy necesarias, pero que ponerlas todas en común en un proyecto muchas veces es muy complejo y hace que sea muy complicado que los proyectos las cumplan.

¿Qué es el Código de Accesibilidad de Cataluña y estas otras normativas que destaca?

La normativa se ha ido actualizando, desde un punto normativo, de una manera muy excelente y exigente, pero precisamente porque cada normativa trabaja por su especialidad, es difícil ponerlas todas en común en un proyecto. Hay que hacer transformación de suelo, agilizar licencias y simplificar la normativa para poder avanzar de una manera mucho más rápida que la que tenemos ahora.

Hay una normativa de muy reciente aprobación, el Código de Accesibilidad de Cataluña, que es muy compleja porque atiende a las necesidades de todos los diferentes grupos de personas con discapacidad, y cumplir con todos los requerimientos de una manera exhaustiva de uno de estos grupos, hace que, a la hora de ponerlo en común en un proyecto, sea muy complejo para los arquitectos que proyectamos, y, a la vez, podríamos decir que muchas veces encarecen el proyecto, cosas que da la impresión que cuando se ha redactado la normativa no se han tenido en cuenta.

El promotor, ante la exigencia normativa, se queda bastante parado por el precio que supone esta incorporación normativa. En cuanto a normativas recientes tenemos habitabilidad, anti incendios y la de accesibilidad, que es del año pasado y en septiembre del año pasado se empezó a aplicar.

¿Cuántas viviendas cree que se construirán durante 2025 en la comunidad?

Me encantaría poderte decir una cifra... Las 17.500 que se han hecho en 2024 se podrían repetir este año, y si podemos sumar 20.000 promovidas por la administración con acuerdos con el sector privado. No lo puede hacer la administración sola, pero sí que puede poner el suelo a disposición, poner facilidades en la agilización de las licencias y en la simplificación normativa. El objetivo serían 45.000 viviendas en 2025. Nosotros, como arquitectos, lo que podemos hacer es pedirlo, pero no tenemos demasiada capacidad más allá de esto.

¿En qué zonas de Cataluña cree que se construirá más?

La verdad es que la demanda de vivienda asequible en el área metropolitana de Barcelona es muy alta, y la oferta es mucho menor. El 80% de la demanda de vivienda asequible en Cataluña se concentra en esta área, y solo hay un 25% de terreno disponible para poder cubrir esta demanda. Por lo tanto, hay que hacer un trabajo en el territorio. Hay una cuestión muy importante, que yo considero vital, que es modernizar la movilidad, hacerla segura, rápida, eficiente y fiable.

Pensemos que los Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña ahora pasan cada tres minutos y tienen muy buena comunicación con Barcelona. En cambio, otras ciudades como Manresa o Sant Celoni, que son posibles focos densos de crecimiento, hasta que no podamos asegurar una movilidad rápida, eficiente y fiable, raramente podremos trasladar esta demanda hacia allá.

Hay una previa a construir vivienda, que es hacer un estudio territorial, pensar en cómo tiene que ser la movilidad, con eficiencia y fiabilidad, para que todos nos podamos mover de una manera más tranquila y mejor por el territorio. Solo hace falta ver la comunicación con Girona a través del TAV. Manresa, que para mí es un caso mu paradigmático, tiene Renfe y FGC, pero la gente sube y baja en autobús. No puede ser que esto nos esté pasando, tenemos que fomentar una movilidad ferroviaria cómoda, eficaz y, sobre todo, fiable. 

Hablemos de sostenibilidad. La mayor parte de la vivienda en España y en Cataluña es antigua. ¿Qué se puede hacer para ajustar este parque de vivienda a la normativa actual sobre sostenibilidad?

Este es un proyecto muy importante para el Colegio de Arquitectos, en cuanto a concienciar a los mismos arquitectos y a la sociedad de que la eficiencia energética es clave para el futuro y, por lo tanto, tenemos que hacer edificios de nueva construcción eficientes energéticamente, y los que ya existen se tienen que renovar. 

Los Next Generation han ido entrando poco a poco, se están haciendo cosas, se está invirtiendo dinero en esta cuestión con grandes dificultades en la cuestión administrativa y también en convencer a las comunidades de propietarios del beneficio de estas inversiones, que a veces no se acaba de entender.

Me gusta diferenciar entre la rehabilitación en arquitectura y la renovación energética. La renovación energética es lo que hace que los edificios sean más sostenibles, y la rehabilitación contempla la renovación energética, pero también contempla el mantenimiento del edificio en condiciones de habitabilidad y en cuestiones estructurales.

En nuestro país, a diferencia de otros países de Europa, hay mucha necesidad de esta inversión en rehabilitación, casi de manera previa a la renovación energética. Por lo tanto, cuestiones como poner sensores en fincas o hacer refuerzos estructurales en fincas antiguas, o cuestiones como hacer más habitables las viviendas que ya existen, tendrían que ser prioritarias. Y los fondos Next Generation, a través de estos fondos de sostenibilidad, no las tienen suficientemente en cuenta.

Bienvenida sea una inversión en renovación energética, pero nos ha faltado esta vertiente, que quizás podríamos haber complementado desde las administraciones públicas de aquí, en cuanto a rehabilitación. Tenemos que entender los edificios en toda su integridad. Ver que hay una estructura, una habitabilidad, una ventilación cruzada, toda una serie de cuestiones que se deben poner al día, y la renovación energética como complemento importante, evidentemente, de una rehabilitación integral de los edificios.

Es decir, que cuando rehabilitemos o hagamos obra nueva, pensemos que el diseño, que el proyecto, es muy importante antes de pensar en sistemas. Con esto quiero decir que el diseño arquitectónico puede hacer un edificio eficiente o no antes de incluir calderas o aires acondicionados. Por lo tanto, tenemos que buscar que los edificios sean eficientes energéticamente desde su diseño y, por lo tanto, que prioricen las orientaciones, las ventilaciones, las alturas entre forjados, para que, sin aplicar tecnología, ese edificio sea eficiente.

Cada lugar es distinto, ¿qué características arquitectónicas diferencian los edificios de Cataluña?

Tenemos soluciones como la típica galería del Eixample o la típica bóveda catalana, que tiene un cojín de aire para protegernos del calor, que son muy buenas soluciones para nuestro clima y que no requieren aire acondicionado o calefacción de una manera tan extensa, debido a que la misma solución arquitectónica soluciona gran parte de la cuestión de la regulación térmica. Por lo tanto, aquí tenemos que ser hábiles e inteligentes, y ver que nuestra arquitectura tiene soluciones para la eficiencia energética que van más allá de la climatización.

Por ejemplo, la arquitectura moderna demasiadas veces se deslumbra por una fachada acristalada, de vidrio, y en nuestro clima es lo menos eficiente energéticamente que puedes encontrar, porque para acondicionar tienes que poner mucho aire acondicionado o mucha calefacción. 

Por lo tanto, tendríamos que empezar a pensar en tener otro imaginario estético en la cabeza, más basado en nuestra manera de hacer arquitectura tradicional, que es con paredes gruesas, ventanas verticales más pequeñas, donde la proporción entre cierres y aperturas sea mayor a favor de los cierres... Toda una serie de cuestiones que son de sabiduría tradicional de nuestra arquitectura y que hemos de saber implementar.

Siempre digo que si la casa pasiva se hubiera inventado en Barcelona, Stuttgart o Frankfurt estarían haciendo viviendas con galerías y cubiertas con cámaras de aire. Nos ha llegado la cuestión de poner aislamiento y de cambiar carpinterías, cuando en nuestro clima hay otras soluciones que pueden ir más de acuerdo con nuestra tradición arquitectónica y también ser mucho más eficientes energéticamente.

Soluciones para cada tipo de clima…

Sí, hay pisos en Barcelona de 1900 que son muy eficientes energéticamente, sin tener que aplicar ningún sistema. Con esto quiero decir que tenemos que ir con cuidado en deslumbrarnos con cuestiones de casas pasivas y nombres comerciales que muchas veces son paquetes en que empresa, ingeniero y arquitecto hacen como un producto que hace que eso sea muy eficiente. Pero hay soluciones tradicionales para que la arquitectura en nuestro clima se adapte a las circunstancias climáticas.

Una casa pasiva es muy diferente en Manacor o en Frankfurt. Lo que no puedes hacer es coger una casa pasiva en Frankfurt y trasladarla a Manacor, porque no funcionaría. Y este es el gran dilema actual, porque el arquitecto es quien tiene que definir qué es una casa pasiva en cada uno de los entornos.