Descubre la casa con fachada plegable que se abre de par en par hacia el paisaje

Las fachadas plegables son una curiosa e innovadora solución para las viviendas que buscan integrar el interior con el exterior de una manera eficiente en cuanto a espacio. La principal característica de estas fachadas es la posibilidad de abrir completamente la pared, permitiendo que el interior aproveche al máximo la luz natural y las vistas hacia el paisaje que la rodee.

Adaptada al clima Ema Peter

Con esta idea, se ha diseñado la Big Sky Beach House en Vancouver, una vivienda que cuenta con una fachada plegable que cumple tanto su función estética como una respuesta a las necesidades climáticas del lugar, adaptándose a la lluvia de la temporada invernal y al calor del verano, proporcionando confort durante todo el año.

Conexión interior Ema Peter

Fachada plegable

La Big Sky Beach House, ubicada en el pintoresco barrio de Kits Point en Vancouver y diseñada por el estudio Andrea McLean Studio en colaboración con el arquitecto y paisajista Airey Group, es un ejemplo perfecto de cómo las fachadas plegables pueden transformar el espacio y mejorar la experiencia de la vivienda. 

Planta superior Ema Peter

La casa tiene una superficie de 219 metros cuadrados distribuidos en tres plantas y sobre un terreno relativamente estrecho, que cuenta con solo 368 metros cuadrados disponibles. Esto llevó a los diseñadores a repensar la distribución típica de una vivienda. La ubicación, al final de una intersección en forma de T, podría haber comprometido la privacidad y la paz nocturna, por lo que el diseño favorece las vistas mientras protege la intimidad.

Materiales que evocan a mar Ema Peter

Una de las características más destacadas es su fachada plegable, que permite abrir completamente la parte superior de la casa hacia el paisaje. La gran pantalla plegable facilita una conexión directa con el exterior, permitiendo que los ocupantes disfruten de la brisa y las vistas del océano cuando el clima lo permite. Durante las temporadas de lluvia o calor extremo, la fachada puede cerrarse, protegiendo el interior de las inclemencias del tiempo.

Dormitorios protegidos Ema Peter

"El exterior debía tener una paleta que se adaptara bien al clima de la costa oeste, donde llueve mucho en otoño e invierno y hace mucho calor en verano", explican en el estudio. Para lograr esto, el equipo de diseño eligió materiales como el cedro rojo occidental, una madera local conocida por su durabilidad y capacidad para resistir las condiciones climáticas cambiantes.

Diseño a mar abierto

El diseño interior refleja la misma filosofía de conexión con la naturaleza que se observa en la fachada. En el primer nivel, se encuentran los dormitorios y cuartos de baño, que se benefician del aislamiento proporcionado por el paisajismo y los muros del jardín. Estos espacios se mantienen protegidos y privados, mientras que el segundo piso se abre completamente.

Fachada desplegada Ema Peter

La planta superior está diseñada para ser un espacio abierto y aireado, con una cocina, salón y comedor organizados en torno a un patio interior de tres lados. Las grandes puertas correderas de cristal permiten que la luz fluya hacia el interior, al tiempo que proporcionan acceso directo al balcón y la terraza. Este diseño abierto fomenta la circulación de aire y facilita la interacción entre los espacios interiores y el exterior.

El interior de la casa utiliza materiales que evocan la proximidad al mar y a la playa de piedras, como los suelos de hormigón pulido, que han sido tratados con un esmerilado profundo para resaltar su textura áspera y recordar a los residentes la naturaleza cercana. La madera de nogal cepillada, con su variación de color y sus defectos naturales, se utiliza para la carpintería y las puertas correderas, creando una sensación de calidez y naturalidad en el espacio.

"Las puertas correderas, situadas para aumentar la circulación y el flujo en toda la planta, están revestidas del mismo nogal que la carpintería, lo que permite disimularlas cuando están cerradas", explican en el estudio. Este enfoque de diseño permite que el espacio se perciba como un todo coherente, en lugar de una serie de habitaciones separadas, lo que favorece la sensación de amplitud y continuidad.