Qué ver en España

El Valle de Tena, situado en pleno corazón del Pirineo aragonés, es uno de los destinos más versátiles del norte de España. Con su combinación única de paisajes de alta montaña, pueblos y una amplia variedad de actividades para todos, aquí encontrarás mucho por visitar y hacer.

Asturias esconde entre sus montañas y valles algunas localidades que parecen detenidos en el tiempo. A muy poca distancia de Oviedo, puedes encontrar pequeñas villas que conservan su esencia histórica, donde cada rincón cuenta una leyenda a través de su arquitectura tradicional.

Adeje, situado en el sur de Tenerife, es uno de esos destinos que sorprenden al viajero por su diversidad y encanto.

Jaca, situada en pleno corazón del Pirineo aragonés, es una ciudad que sorprende a cada paso por su riqueza histórica, su vida cultural y su entorno natural privilegiado. Conocida como una de las puertas de entrada al Pirineo, se ha convertido en un destino imprescindible para muchos.

Almería, tierra de contrastes donde el desierto se encuentra con el mar, guarda entre sus montañas, llanuras y valles una colección de pueblos medievales que parecen detenidos en el tiempo. Más allá de sus famosas playas y su sol permanente, esta provincia andaluza ofrece al viajero un viaje al pasado a través de callejuelas encaladas, castillos centenarios y tradiciones que aún perduran. Mojácar, Vélez-Blanco, Lucainena de las Torres o Níjar son solo algunos de los rincones donde la historia, la arquitectura popular y el paisaje se funden en una experiencia única. Si quieres descubrir la esencia más auténtica de Almería, no puedes perderte esta ruta por sus pueblos con más encanto y legado histórico.

Córdoba, una ciudad donde la historia y la modernidad se entrelazan, ofrece una variedad de terrazas únicas para disfrutar de la mejor gastronomía al aire libre.

Situada en el corazón del Pirineo aragonés, la villa de Aínsa es una joya medieval que cautiva a quienes buscan historia, naturaleza y autenticidad en un solo destino. Con calles empedradas, monumentos y el ambiente de la villa, merece la pena explorar cada rincón.

La provincia de Toledo es famosa por su riqueza monumental y cultural. Y entre ellas, los pueblos que conservan su patrimonio medieval ofrecen una visita imperdible. Desde fortalezas imponentes hasta plazas llenas de vida, cada pueblo te transporta a una época entre castillos y murallas.

La provincia de Ávila, en pleno corazón de Castilla y León, esconde auténticos tesoros acuáticos en la Sierra de Gredos y sus alrededores, donde el agua de montaña forma pozas y charcas perfectas para refrescarse y conectar con la naturaleza.

Salou, ubicado en la Costa Dorada de España, es un destino turístico que combina sol, playa, historia y entretenimiento en un solo lugar. Conocido por sus extensas playas y su clima mediterráneo, este dinámico municipio catalán ofrece también una rica oferta cultural y de ocio.

Enclavados entre colinas, viñedos y paisajes que parecen detenidos en el tiempo, los pueblos medievales cerca de Logroño ofrecen una escapada única al pasado.

Benasque, en pleno Pirineo aragonés, es un destino imprescindible para quienes buscan naturaleza en estado puro, paisajes de alta montaña y un rico patrimonio cultural. Enclavado en un valle espectacular, este pintoresco pueblo ofrece infinitas posibilidades tanto en invierno como en verano.

Alicante es una ciudad que invita a vivir el exterior. Sus días soleados, la brisa marina y su ambiente cosmopolita convierten a los espacios exteriores en puntos de encuentro imprescindibles.

Descubrir Las Hurdes es adentrarse en una de las comarcas más sorprendentes y auténticas del norte de Extremadura. Este territorio, marcado por su naturaleza salvaje, sus tradiciones ancestrales y su arquitectura única, es todo un tesoro escondido de la región.

No muy lejos de la ciudad de Valencia, se esconden auténticas joyas medievales que parecen detenidas en el tiempo. Calles empedradas, castillos en lo alto de colinas y murallas centenarias nos invitan a descubrir un pasado lleno de historia, leyendas y encanto.

La Comunidad de Madrid alberga auténticas joyas medievales que sorprenden por su excelente conservación y su atmósfera única.

Situada en el corazón de Extremadura, Cáceres es una joya medieval que sorprende a cada paso con su historia, su arquitectura y su encanto atemporal.

Bilbao es una ciudad que se vive al aire libre, especialmente cuando el buen tiempo acompaña. Con su mezcla de tradición y modernidad, la capital vizcaína ofrece rincones únicos donde relajarse, disfrutar de una buena comida o simplemente tomar algo en buena compañía.

La costa de Lugo, conocida como la Mariña Lucense, es uno de los secretos mejor guardados del norte de España. Sus localidades costeras, salpicadas a lo largo de acantilados, playas salvajes y rías tranquilas, ofrecen una combinación única de naturaleza, historia y cultura gallega.

Granadilla es uno de esos lugares que parecen detenidos en el tiempo. Se trata de un pueblo amurallado en la provincia de Cáceres que, tras ser abandonado a mediados del siglo XX, ha despertado el interés de muchos.

El verano en Málaga alcanza su máximo esplendor durante el mes de julio, convirtiéndose en un destino repleto de propuestas para todos los gustos. Si te preguntas qué hacer en Málaga en julio, aquí encontrarás una guía completa de planes, actividades y eventos que no te puedes perder.

La provincia de La Coruña, en Galicia, es famosa por su litoral espectacular y sus pueblos llenos de historia, cultura y naturaleza. Sus localidades costeras ofrecen una mezcla perfecta entre tradición marinera, playas de ensueño y un patrimonio cultural único.

Sevilla en julio despliega todo su encanto bajo el sol andaluz. Aunque las altas temperaturas son una constante, la ciudad ofrece una agenda repleta de actividades, eventos culturales, festivales y rincones refrescantes que invitan a descubrir su esencia de una manera diferente.

La comarca de La Vera, situada al norte de Cáceres, es uno de los destinos más auténticos y sorprendentes de Extremadura.

Durante los meses estivales, Valencia se transforma en un escenario repleto de actividades, festivales y propuestas culturales que hacen de la ciudad un destino imprescindible para quienes buscan disfrutar del verano al máximo.