
María Pombo ha abierto las puertas de su nueva casa en Madrid y lo ha hecho a través de las redes sociales, donde comparte cada etapa de su vida. Recién instalada junto a su marido, el arquitecto Pablo Castellano, y sus dos hijos en una vivienda reformada desde cero en una exclusiva urbanización del norte de la capital, la ‘influencer’ ha mostrado por fin todos los rincones de este hogar pensado para disfrutar en familia. Coincidiendo con el anuncio de que espera su tercer hijo, el momento no podía ser más simbólico: una casa nueva, luminosa, funcional y llena de detalles que reflejan su forma de vivir y entender el diseño.

Hace apenas unos meses, la pareja se mudó a una casa completamente renovada en una exclusiva urbanización del norte de Madrid. La vivienda, diseñada y reformada por el propio Pablo Castellano (arquitecto y socio del estudio Archarray), es un claro ejemplo de cómo integrar estilo, funcionalidad y calidez en un entorno pensado para una familia numerosa. La casa, valorada en casi dos millones de euros, tiene alma de refugio contemporáneo, con materiales naturales, distribución abierta y rincones con personalidad.

Desde el primer paso dentro, la luz es protagonista. Grandes puertas correderas de cristal con perfilería de madera conectan la cocina, el salón y el comedor en un solo espacio visualmente fluido, pero con la posibilidad de independizar estancias si se desea. La paleta de colores se mueve en tonos tierra, blancos rotos y verdes suaves, acentuada por la textura de fibras vegetales, madera natural y piedra.

El corazón de la vivienda es, sin duda, la cocina. Semiabierta al salón, destaca por una isla central con encimera Neolith en gris claro, muebles blancos y almacenaje inteligente. Es un espacio pensado para compartir: cocinar mientras los niños dibujan, charlar con amigos o simplemente disfrutar de la luz natural que inunda la estancia. Todo tiene un aire acogedor, entre el estilo nórdico y lo mediterráneo, con un toque sofisticado.

La zona exterior es otro de los grandes aciertos de la reforma. Aunque no es una parcela enorme, han sabido aprovechar cada metro cuadrado. El patio incluye una piscina elevada con revestimiento porcelánico en tonos piedra, rodeada de una zona de estar y comedor de verano con techo de fibras naturales. Plantas, mobiliario de ratán y textiles suaves completan un ambiente relajado, que recuerda más a un rincón de Formentera que a un chalet madrileño.
La casa también está llena de detalles que revelan planificación y gusto. Uno de los espacios más sorprendentes es el vestidor: una estancia con armarios empotrados de suelo a techo, una isla central con cajones y un tocador integrado con enchufes y compartimentos para maquillaje y accesorios. Aquí, la funcionalidad se une al lujo sin estridencias. También hay una despensa organizada al milímetro, habitaciones infantiles decoradas con papeles pintados con motivos vegetales, y un rincón de lectura en la planta superior con sofás bajos y mucha luz natural.
El mobiliario es una mezcla acertada de piezas artesanales, muebles de obra, objetos vintage y diseño contemporáneo. Lámparas de papel tipo japonés, mesas de piedra, estanterías empotradas y textiles cálidos en tonos neutros refuerzan la sensación de calma y naturalidad. No hay nada recargado ni impostado: todo parece estar al servicio de la vida cotidiana, pero con mucho estilo.

La casa de María Pombo es, en definitiva, una muestra de cómo el diseño puede acompañar a las distintas etapas de la vida. A punto de ser familia numerosa, su hogar es a la vez un refugio, un espacio de trabajo, una zona de juegos, un rincón para el descanso y un ejemplo de decoración que inspira por su equilibrio entre estética y practicidad. Una vivienda para vivirla a fondo.

Sigue toda la información inmobiliaria y los informes más novedosos en nuestra newsletter diaria y semanal. También puedes seguir el mercado inmobiliario de lujo con nuestro boletín mensual de lujo.
Para poder comentar debes Acceder con tu cuenta