La ITE nos ayudará a saber si la vivienda cumple con los requisitos mínimos de habitabilidad y seguridad. Deben pasarla una vez cada 10 años aquellos inmuebles que tengan más de 45 años de antigüedad y no hacerlo puede conllevar multas de hasta 6.000 euros dependiendo de las ordenanzas municipales. La denegación de la hipoteca para el futuro comprador o la paralización del proceso de venta son otras de las consecuencias.