Invertir en inmuebles seguirá siendo rentable a corto plazo, pero la continua subida de precios, que este año podría rondar el 10%, aumenta la incertidumbre sobre un posible estallido de la burbuja del ladrillo. Los tipos de interés bajos y la rentabilidad por alquiler parecen garantizar un soporte al mercado, pero los expertos recomiendan cautela a la espera de que la tendencia alcista de los precios de la vivienda se mantenga después del verano, la mayor parte de los expertos consultados mantiene las estimaciones que calcularon hace meses, cuando preveían subidas del 10% hasta finales de 2002. Pocos se atreven a nombrar la palabra burbuja, aunque esté en la mente de todos. Prefieren decir que el ciclo alcista se está alargando en el tiempo. "Una burbuja inmobiliaria se infla cuando suben los precios un 50% en seis meses, mientras que en España los crecimientos han sido altos, pero sostenidos en los últimos cinco años", dice Gerardo mochales, director de desarrollo de negocio de la consultora inmobiliaria aguirre newman un factor que tendrá un peso decisivo será el incremento de los bajos tipos de interés actuales. Pero tampoco basta con que el repunte sea moderado, ya que hay que tener en cuenta el factor psicológico: "no están lejos de la memoria de los inversores los tipos al 9%, por lo que si el precio del dinero sube hasta el 5%, por ejemplo, nos seguirá pareciendo un nivel bajo", dice Antonia mucientes, de la promotora roan
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