Bancos y cajas de ahorros endurecerán este año su política de concesión de créditos. El temor a un repunte de la morosidad como consecuencia del sombrío panorama económico (menor crecimiento de la actividad y bajos tipos de interés) ha hecho que las entidades se replanteen ser más cautelosas que en ejercicios anteriores a la hora de conceder préstamos a particulares y a empresas. Aunque la tasa de morosidad sigue estancada en niveles cercanos a los mínimos históricos (hoy es del 1,03%) lo cierto es que algunas instituciones reconocen que ya han empezado a tomar medidas para evitar que sus cifras de activos dudosos se disparen
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