Algo más de la mitad de las 11.350 viviendas previstas en el pau de carabanchel (un total de 6.531) tienen ya sus correspondientes licencias de obra. Sin embargo, ni uno solo de los propietarios ha podido ocupar aún su casa, pese a que la mayoría debían estar acabadas en 2001. Las previsiones indican que en octubre se habitarán los primeros pisos. "Para entonces acabarán las obras del recolector de aguas residuales", dice Juan Carlos Fernández, uno de los compradores y fundador de la plataforma creada para luchar por los derechos de los vecinos del pau la mayoría de las viviendas en construcción son de promoción libre (4.450) y las 2.081 restantes son protegidas. Con el paso del tiempo, los propietarios han visto cómo se retrasaban las obras, se incrementaban los precios de las casas e, incluso, variaban las infraestructuras del entorno. "Nos encontramos con la desaparición del parque lineal que nos aislaba de la m-40 y la construcción, sobre las tierras que tenía que ocupar,de un enjambre de carreteras a escasos metros de nuestras casas", explica Enrique flores, otro vecino. La plataforma vecinal ha elaborado un manifiesto para la gerencia de urbanismo y el ministerio de fomento en el que pide, entre otras cosas, la instalación de pantallas acústicas y el soterramiento de las vías que invaden los terrenos del parque
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