La generalitat puso esta semana una inesperada condición al plan que el alcalde Joan clos presentó el pasado 9 de enero. Ese día, clos propuso revisar las normas urbanísticas de la ciudad para dar cabida en Barcelona a entre 65.000 y 100.000 pisos más de los previstos en el plan general metropolitano (pgm) de 1976. Una medida de este calibre debe ser autorizada en última instancia por la generalitat así que el conseller felip puig ha anticipado que la administración autonómica sólo aprobará el plan si todo incremento en el número de pisos se destina a vivienda de protección oficial el proyecto del alcalde, ahora en el aire, consiste en levantar el veto que el pgm impone en el número de viviendas por hectárea. La idea surge tras comprobar que el pgm previó que cada piso tendría una media de cuatro habitantes y, sin embargo, la realidad actual es que apenas se alcanza una media de 2,3. El razonamiento de la generalitat es muy claro: la propuesta de clos puede que incremente el parque de viviendas, pero no impedirá que suban los precios. Puede que en el espacio de un piso quepan dos, pero eso no implicará que el precio sea la mitad, prosigue el razonamiento. El conseller concluyó que "hay que resolver los problemas de acceso a la vivienda y no hacer un mero incremento de la oferta"
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