El fraude en el sector de alquiler de pisos persiste pese a las multas

El timo es viejo, pero todavía funciona. Las denominadas centrales de información de alquiler de pisos cobran entre 135 y 300 euros por facilitar una lista. El problema surge cuando los pisos no existen, están alquilados o no se corresponden con lo anunciado. Los engaños parecían desterrados por los expedientes sancionadores promovidos por la generalitat a partir de 1999, pero el problema no se ha erradicado por completo. La causa hay que buscarla en la falta de regulación del sector. En la actualidad, cualquiera puede montar un despacho, poner anuncios con gancho en la prensa y aguardar a que acudan los clientes

Este diario [el periódico de catalunya] adquirió una lista de la agrupación de particulares (adp) por 135 euros. El primer piso de la lista no se alquilaba. Otras viviendas ya habían sido alquiladas y sólo una se encontraba libre: un insalubre cuchitril de 20 metros y sin ventanas. Al frente de adp se encuentra Enrique nieto García, a quien comerç i consum le impuso una multa de 6.000 euros por publicidad falsa y engaños, aunque nieto asegura haber recurrido la sanción. También fue castigada la firma senna-r con una multa de 3.600 euros. En esos dos casos y en otros más, los inspectores de la generalitat concluyeron que las empresas se inventaron la existencia de los pisos, la mayoría céntricos y a precio de ganga