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Las entidades bancarias están empezando a tomar precauciones para evitar que el increíble aumento del crédito de los últimos años acabe por perjudicar la cuenta de resultados del sector si la situación de tipos de interés se invierte y la morosidad comienza a despuntar. Los grandes bancos (bbva y sch) y las grandes cajas han comenzado a endurecer los requisitos para la concesión de préstamos. Las entidades tienden a no conceder hipotecas que supongan más del 33% de la renta familiar disponible. También han comenzado a limitar el importe prestado hasta el 70% del valor total de la vivienda. Esto ocurre después que el banco de España llamase la atención a las entidades más 'generosas' y el sector mayoritariamente redujera hasta el 80% del valor de la vivienda el crédito concedido

La preocupación de la banca se debe al hecho de que el 54% del crédito concedido corresponde a hipotecas y esa proporción llega hasta el 60% en el caso de las cajas de ahorro. El importe medio de las hipotecas ha crecido de forma constante en los últimos años, desde 67.770 euros de media en junio de 2000 a 88.694 en marzo de 2003. Las entidades aún son optimistas porque la morosidad se encuentra en mínimos históricos, así como los tipos de interés. Sin embargo, no se atreven a realizar previsiones a largo plazo pues hay consenso sobre que los tipos tenderán a subir

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