A ningún ejecutivo inmobiliario le interesa variar en exceso el funcionamiento de un negocio que en los seis últimos años se ha convertido en la mejor mina de oro para la economía. Por eso los promotores y consultores inmobiliarios no prevén movimientos pendulares, ya que "el gobierno tiene muy pocas armas para abaratar el precio de la vivienda", afirma Carlos Ferrer bonsoms, de jones lang lasalle. Algunos expertos inmobiliarios perciben cierto riesgo con las promesas relativas a viviendas de protección oficial (vpo), porque "ofrecer un gran paquete de viviendas a 96.000 euros puede generar una retracción de la demanda que, confiada en obtener pisos tan baratos, retrasará su decisión de compra sin tener en cuenta que las casas prometidas por el psoe tardarán años en construirse", explicaron desde realia business
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