El mercado inmobiliario de Barcelona se halla en una burbuja a punto de empezar a deshincharse aunque de forma progresiva, según un informe realizado por expertos de la universitat politècnica de catalunya. Los autores afirman que el descenso del precio real o nominal de las viviendas podría empezar en breve. Para ellos, el principal indicador es el descenso del mercado de oficinas, más de 10% en 2003, que es considerado como el producto inmobiliario más sensible al ciclo económico. "Siguiendo la experiencia de 1990 1992 el cambio de ciclo podría significar un estancamiento de los precios nominales de la vivienda y una reducción de la demanda a corto plazo". Sin embargo, a diferencia de 1992 no se prevé una caída brusca de precios
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