El año pasado se acabaron 68.798 viviendas en catalunya de las que 21.596 eran casas unifamiliares y 47.202 viviendas plurifamiliares. En los últimos 10 años se han construido más de 50.000 casas aisladas, que consumen cada una de ellas 11 veces más suelo que un piso medio. Los servicios públicos para este tipo de construcción, llamada de baja densidad, llegan a costar a la administración seis veces más que si se ofrecen en el casco Urbano. Éstas son algunas de las conclusiones de un estudio sobre las consecuencias de este modelo de construcción, realizado por la consultora socintec. Según sus autores, el govern de la generalitat es consciente del problema y está preparando medidas para intentar reconducir esta situación. Una de las medidas previstas es el incremento de las densidades de viviendas previstas en los planes territoriales que eviten este fenómeno tan poco sostenible
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