"Las perspectivas para los próximos años configuran un entorno teóricamente propicio para el alquiler" apuntan desde el servicio de estudios del bbva en su informe sobre la vivienda en alquiler. Son múltiples los argumentos que ofrecen para mantener esta tesis. En primer lugar destaca la menor estabilidad y tamaño de los hogares actuales y la movilidad laboral, que inciden en una mayor demanda potencial del alquiler. También la baja inflación, los precios elevados de la vivienda tras el alza histórica de los últimos años y los tipos de interés, cuyo recorrido se prevé al alza y que deberían favorecer también la demanda de vivienda en alquiler. A todo ello hay que añadir que la baja rentabilidad de la deuda pública puede suponer un aliciente para la oferta de la inversión en vivienda para alquilar. Del mismo modo, los expertos del bbva hacen dos recomendaciones al gobierno. Consideran que "una mayor garantía en el cobro de la renta de alquiler permitiría reducir el precio de los mismos en el mercado al recortar la prima de riesgo frente a otras inversiones". También se muestran partidarios de un mayor equilibrio ente la fiscalidad del alquiler y la compra
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