El ayuntamiento de Madrid ha decidido actuar contra los vecinos particulares y las empresas que utilizan muros, marquesinas, árboles o farolas para alquilar o vender pisos, demandar trabajo o convocar fiestas. A partir de enero, quien utilice mobiliario Urbano público para colocar anuncios será sancionado con penas duras y "ejemplarizantes", según la concejal de medio ambiente, paz González, quien explicó que también se podrán sustituir las multas por trabajos a la comunidad, tales como ayuda a los barrenderos a limpiar pegatinas. "El ayuntamiento se gasta mucho dinero cada año en arrancar estos cartelitos y limpiar farolas y marquesinas. Los ciudadanos tienen que entender que no pueden utilizar el espacio público con fines privados porque esto tiene un coste. Además da una imagen de ciudad sucia", argumenta paz González. El año pasado, el ayuntamiento se gastó 5,6 millones de euros en limpiar pintadas y retirar carteles o pegatinas de lugares no autorizados
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