Casi cuatro de cada diez personas entre 25 y 34 años viven en el domicilio de sus padres (el 37,7%). Así lo revelan los últimos datos del censo de 2001 difundidos por el instituto nacional de estadística. Una década atrás, cuando se realizó el censo de 1991, el 28,7% de los ciudadanos de esa edad convivía con sus progenitores. Esta pauta es más frecuente entre los hijos que entre las hijas: el 43,5% de los varones y el 31,7% de las mujeres en ese tramo de edad conviven con sus padres. La demógrafa Margarita delgado, del consejo superior de investigaciones científicas, destaca como causas de la emancipación tardía "el empleo precario y la dificultad de encontrar una vivienda". Con este diagnóstico también coincide Lucía sala, presidenta del consejo de la juventud de España. "Tanto para comprar como para alquilar una vivienda se necesita una nómina, una estabilidad de ingresos y resulta que más del 70% de los contratos que tienen las personas entre 18 y 30 años son temporales"
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