Durante 2004 los pisos nuevos se encarecieron un 12,5% de media en las capitales de provincia españolas, lo que supone 3,3 puntos porcentuales menos que en 2003 y una de las tasas más bajas desde el inicio del boom inmobiliario en 1998. Esta es una de las principales conclusiones del informe presentado por sociedad de tasación, en el que sus responsables detectan claros síntomas de desaceleración que propiciarán un crecimiento aún menor de los precios durante 2005. Hay varias regiones donde los precios registran incrementos inferiores al 5% y casos excepcionales, como Asturias o Navarra, donde la vivienda nueva registra tasas de crecimiento de los precios negativas. Las capitales donde más subió la vivienda nueva son Girona, Huesca, málaga, cádiz, Tarragona y castellón, ciudades en las que el incremento fue superior al 15%. En el lado opuesto, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas y Pontevedra tuvieron incrementos inferiores al 4%. Valencia tuvo un incremento del 15%, algo superior a la media nacional, mientras Barcelona y Madrid experimentaron subidas en torno a la media (11,8% y 12,6%, respectivamente)
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