El cobro de comisiones se extiende. Primero fueron los bancos (como el popular, que anunció la posibilidad de cobrar en sus cajeros fuera del horario de oficina) y después las cajas (la caixa cobra por el envío de extractos a domicilio). Unos y otros se justifican con que hace 20 años se cobraba el 16% por los créditos y se pagaba el 3,75% en las cuentas de ahorro. "La diferencia era el margen de negocio. Sin embargo, al bajar los tipos al 2% la única forma de obtener ingresos es cobrar comisiones por los servicios", alegan. Fuentes de la confederación de cajas (ceca) defienden el fuerte incremento y alegan que los clientes siguen pagando lo mismo, antes a través de tipos de interés y ahora por comisiones. Lo cierto es que desde 1985 se han multiplicado por ocho los ingresos de bancos y cajas por comisiones, desde 369 millones a 2.858 millones en septiembre del año pasado. El espinoso tema de las comisiones despertó de su letargo con el tsunami que afectó al sudeste asiático. La ola de solidaridad se vio acompañada de fuertes críticas a los bancos y cajas porque los ciudadanos se encontraron con que se les cobraban comisiones por transferir dinero a las ong. Los bancos se defendieron diciendo que "todas las transferencias tienen un coste", aunque algunas entidades prometieron devolverlas
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