El sector de la construcción en España continuó empujando a la economía durante el primer trimestre del año, contribuyendo a un aumento del producto interior bruto del 3,3 por ciento, desde el 3,2% del final del trimestre de 2004. Este comportamiento es mucho mejor que el de otras economías europeas pero el prolongado auge inmobiliario en España empieza a asombrar -por no decir preocupar- a los economistas. En teoría, la oferta debería superar con creces a la demanda, con un récord de construcción de 700.000 viviendas nuevas iniciadas durante el año pasado. Pero ni los precios de la vivienda ni la cantidad de préstamos hipotecarios parecen disminuir y el riesgo de que ocurra un crash inmobiliario en España empieza a preocupar al resto de Europa. Erkki Liikanen, miembro del consejo del banco central europeo, está preocupado por la sostenibilidad de las subidas de precio en algunos países de la eurozona. "Cuando hay un largo periodo de tipos bajos de interés y plazos largos de devolución, la gente debe tener en cuenta la posibilidad de tipos de interés más altos", comentó recientemente a financial times. Jordi canals, director de la escuela de negocios iese advierte que toda la economía sentiría el impacto de una subida de los tipos de interés. "No es difícil imaginar un escenario en el que el crecimiento económico de España desaparezca". Los economistas sugieren que hay factores que limitan el riesgo de que exista una burbuja inmobiliaria en España. El empleo sigue creciendo de forma estable, existen hipotecas baratas y a largo plazo, lo que impulsa la demanda, así como la llegada de casi 4 millones de extranjeros en los últimos cinco años
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