La frenética actividad inmobiliaria que vive este país desde hace más de seis años tiene perdedores y ganadores. Y entre los vencedores están, sin duda, los grandes ayuntamientos españoles que han visto crecer de forma espectacular su recaudación por el negocio de la venta y compra de pisos. En concreto, más de la mitad de los ingresos tributarios de los municipios de Barcelona, Valencia y Madrid proceden de la actividad inmobiliaria. El caso más llamativo es el del ayuntamiento de Valencia, donde los ingresos relacionados con la vivienda y la construcción suponen el 59,1% de la recaudación de impuestos, sin incluir transferencias corrientes (el dinero procedente del estado) ni pasivos financieros (endeudamiento). Barcelona, con el 52,6% y Madrid con el 50,3%, se sitúan justo detrás de la capital valenciana. Todos estos datos vienen reflejados en un estudio elaborado por josé García-montalvo, profesor titular del departamento de economía y empresa de la universidad pompeu fabra de Barcelona. El estudio señala que los ayuntamientos consiguen una proporción "importante" de sus ingresos por el impuesto sobre los bienes inmuebles (ibi), el impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos (plusvalías) y el impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras. Además los ayuntamientos hacen caja con la venta de parcelas. En el caso de Madrid, el municipio prevé ingresar este año más de 300 millones de euros por este concepto
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