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Que los madrileños acaben comprando una casa en las provincias limítrofes a su región es una cuestión básicamente de precios. Con el coste del metro cuadrado entre 1.250 y 1.800 euros, en Guadalajara, Toledo, Segovia y ávila las viviendas se venden, en algunos casos, por la mitad que en la comunidad de Madrid. Por eso no es de extrañar que entre el 30% y el 35% de las promociones residenciales comercializadas en las provincias vecinas sean compradas por desplazados madrileños. En 2004 fueron 26.000 las personas que pusieron tierra de por medio. Las comunicaciones son las que marcan estos flujos migratorios. Así las radiales, el ave, los apeaderos de cercanías y la mejoras de algunas carreteras tienen mucho que ver. A partir de 45 kilómetros de distancia de la capital de España empieza a apreciarse el descenso en los precios de las casas y hasta 70 kilómetros se encuentra una oferta interesante para el comprador madrileño. No obstante, el aumento de la demanda está tirando al alza los precios, que han crecido más que en Madrid. En el segundo trimestre de 2005, los precios en las provincias vecinas han subido un 20% respecto al mismo periodo del año anterior, mientras que en la capital el crecimiento ha sido del 14%

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