Las recomendaciones del banco de España (be) alertando a las entidades y a las familias sobre un hipotético escenario económico a medio plazo más negativo parecen no surtir efecto. El ritmo de crecimiento de los saldos vivos de los préstamos hipotecarios, por ejemplo, se mantiene por encima del 23% y no muestra signos de enfriamiento. Desde que el be dejó de intervenir en el mercado inmobiliario en enero del año 19999, fecha en que cedió al banco central europeo las competencias sobre política monetaria, la entidad ha intentado seguir influyendo por medio de recomendaciones pero los mensajes no han tenido por el momento los efectos deseados. Para lara de mesa, de analistas financieros internaciones (afi) "lo que el be hace es pedir que las entidades sean rigurosas al aplicar una política de riesgo y que se preparen para una posible caída del mercado hipotecario. Quizá la situación no cambie tan a corto plazo como se esperaba pero el cambio se producirá. Esto es lo que preocupa al banco de España". José Luis suarez, profesor del iese, explica que "el be cumple con su función, pero los préstamos hipotecarios llevan varios años creciendo por encima del 20%. Los mensajes del be no llegan al gran público y a las entidades bancarias les cuesta mucho parar porque se juegan cuota de mercado". Como contraste, en otros países como estados unidos y el reino unido las advertencias de sus máximas autoridades financieras han servido para templar el crecimiento del sector inmobiliario
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