Los plazos de amortización de las hipotecas españolas han alcanzado la cota de los 40 años, una cifra que hace sólo una década parecía inalcanzable pero que ha servido para amortiguar las dificultades económicas que sufren las familias para acceder a una vivienda. El siguiente paso, según los expertos, será sumar cinco años al máximo actual. "Por las características del mercado inmobiliario, con una continua subida de precios, era de esperar el alargamiento de plazos. No sería de extrañar que se llegara a periodos de 45 años aunque sería difícil alcanzar cifras mayores", señala dulce aguirre, del departamento de marketing de productos de openbank. En otros países los plazos de amortización son incluso mayores: en Francia este tipo de créditos se oferta con plazos de hasta 60 años y en algunos mercados se alcanza o se supera el siglo, como en estados unidos, donde pueden llegar a los 100 años, o Japón, que alcanzan los 125
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