Incertidumbre y desaceleración. A la luz de estos vocablos, habituales en el sector, parece difícil pensar que una feria como el salón inmobiliario de Madrid (sima) alcance un grado tan alto de acogida cuando aún faltan más de 10 semanas para su celebración. El 97% del espacio para expositores está contratado en firme y pagado. Pero con las empresas que figuran en la lista de espera se podría llenar otro pabellón, aunque de los pequeños. En circunstancias así prima la creatividad, por lo que los organizadores han aumentado en esta edición la superficie de la feria mediante la creación de una inmensa carpa a modo de prolongación del pabellón 2
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