Hace un año 1.276 personas tuvieron que ser desalojadas de sus casas a causa de los hundimientos que provocaron las obras de la línea 5 del metro a su paso por el barrio barcelonés del carmel. El mercado inmobiliario de la zona quedó completamente paralizado en ese momento, pero ya ha retomado el pulso, no sin alguna que otra llaga. Según Josep lluis Ferrer, de la consultora forcadell, tras el socavón aparecieron muchos inversores, "que compraron, rehabilitaron y ahora vuelven a sacar los pisos". Estas revalorizaciones también se deben a los planes de reformas y animación comercial de las administraciones. Un año después el mercado se ha estabilizado. "En segunda mano se han reducido las transacciones, pero porque mucha gente prefería esperarse a cobrar las indemnizaciones y reparar las grietas para no malvender sus propiedades", explica Gonzalo Bernardo, director del máster en asesoría y consultoría inmobiliaria de la universidad de Barcelona. En el carmel sigue habiendo una demanda muy concreta, compuesta por inmigrantes y por los hijos de los vecinos que llevan años en el barrio, pero se producen descuentos a la hora de cerrar operaciones de segunda mano mayores que en el resto de la ciudad, "van del 15% al 30% del precio", agrega Bernardo
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