El parlament de catalunya ha aprobado una nueva regulación de la propiedad horizontal en el código civil catalán que elimina la exigencia de unanimidad en la adopción de resoluciones en las comunidades de vecinos y reduce las mayorías cualificadas que se exigen en la mayoría de las decisiones. El objetivo es que dividir un gran piso, instalar una piscina en una urbanización o vender el piso del portero para financiar una rehabilitación integral de la fachada sea más fácil. La reforma de la generalitat pretende evitar que una pequeña minoría impida tomar decisiones que son reclamadas por una amplia mayoría de propietarios. Además quiere agilizar el funcionamiento de las comunidades en las decisiones importantes pero que ya no requerían unanimidad (como la instalación de un ascensor) rebajando la mayoría cualificada que exige la ley estatal de tres quintos a la mayoría simple
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