El crecimiento en España ha sido más rápido que en el resto de la eurozona y supone ya alrededor del 12% de la economía de la eurozona, aunque entre 2000 y 2005 supuso el 32% del crecimiento del PIB de la eurozona. Este crecimiento está mayoritariamente apoyado en un boom inmobiliario que ha ocultado un problema más profundo: el aumento de la falta de competitividad. Los costes laborales españoles han crecido mucho más rápido que en cualquier otro país europeo y la productividad ha sido muy baja. La imposibilidad de que España pueda subir los tipos de interés para ahogar la especulación en el sector de la construcción o la imposible depreciación de la peseta para hacer los bienes españoles más competitivos hacen que el boom inmobiliario continúe hasta que se desplome por su propio peso. No se puede saber con precisión cuando ocurrirá, pero los propietarios de la costa del sol deberían estar atentos, porque será muy duro
Para poder comentar debes Acceder con tu cuenta