La construcción en Galicia no echa el freno. En 2005 se levantaron en la comunidad 37.000 nuevas viviendas y este año la cifra puede ser aún mayor. Si se extrapolan los datos de licencias tramitadas por el colegio de arquitectos en el primer trimestre, al final de 2006 en Galicia se habrán construido alrededor de 45.000 nuevas viviendas. Este frenesí tira de la economía gallega y la federación de promotores de edificación y suelo de Galicia (feproga) calcula que si la actividad se paraliza unas 130.000 familias podrían verse afectadas por falta de empleo. Pero el problema también es quién vivirá en estas viviendas. Según el ine, hay ya algo más de 283.000 casas vacías y la mayor proporción de inmuebles desocupados se encuentra entre los más nuevos, debido a que las casas se adquieren simplemente por inversión especulativa. Por su parte los ecologistas tienen claro que si el ritmo actual no se frena Galicia perderá uno de sus mayores tesoros, su paisaje. Como ejemplo, ponen algunos casos: ortigueira, que cuenta con 5.300 habitantes, propone en su plan de urbanismo la construcción de 65.000 nuevas viviendas. En laxe, fadesa planea crear 190 viviendas en unos terrenos que hasta 2004 eran red natura; por su parte vigo pretende construir 144.000 viviendas, lo que supondría levantar en los próximos 20 años una nueva ciudad
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