El gobierno de China ha hecho público un plan que pretende regular la entrada de capital extranjero en el sector inmobiliario. Entre las diferentes propuestas que recoge el plan destaca la de aumentar el porcentaje total de inversión extranjera en el sector, aunque a la vez pretende establecer restricciones sobre las adquisiciones que realicen particulares e instituciones de nacionalidad extranjera. De esa forma las empresas sólo podrán adquirir inmuebles cuando establezcan una sucursal o una oficina representativa en el país, mientras que los particulares sólo tendrán acceso a una vivienda de uso particular cuando puedan demostrar que llevan un año residiendo en China
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