El plan de vivienda anunciado por María Antonia trujillo a principios de legislatura afirmaba que el alquiler sería su gran apuesta. En unos primeros cálculos estaba previsto que el 37% de los pisos que financiara fueran arrendados, para llegar al 20% del total, duplicando el 11% existente. Pero después, según se firmaron los convenios con cada una de las regiones, las cifras disminuyeron hasta situarse en 114.242 casas (el 24,3% del total) y más de un consejero de vivienda admitió que en su territorio no existía tanta demanda como la estimada. Por ello, el parque de casas en régimen de alquiler se sitúa en el entorno del 10%, muy lejos de los objetivos del ejecutivo. Además, los precios de los alquileres suben siete décimas más que la inflación
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