Los promotores norteamericanos se resisten a bajar el precio de los pisos. Tampoco quieren que el cartel de 'se vende' sea pasto de las telas de araña. Ante la desaceleración del mercado residencial han ideado una fórmula para atraer a nuevos compradores: ayudarles a pagar sus hipotecas. Según la cnn money, estos incentivos -conocidos por el término inglés "buy-down"- permiten a los compradores reducir los tipos de interés en los primeros años de vida de sus préstamos. Lo que hacen los promotores es, fundamentalmente, asumir parte de los intereses durante los primeros años de vida del préstamo. Las fórmulas son variadas y dependen de cada inmobiliaria. Una de ellas se denomina '3-2-1', al reducir los tipos de interés que debe pagar el comprador durante los tres primeros años de vida de la hipoteca. El primer año recorta el interés en tres puntos porcentuales, en dos el siguiente y en un punto porcentual el tercer año. Del cuarto en adelante, los compradores deberán hacer frente ellos solos al pago de la hipoteca y a los intereses. En otros casos, las inmobiliarias pueden llegar a asumir el pago de todos los intereses durante los dos primeros años
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