La escalada del mercado residencial parece no tener fin y se asienta, más que en fundamentos económicos, en las expectativas de los compradores. Pero los ciudadanos manejan lo que el catedrático de la universidad pompeu fabra, josé García montalvo, denomina falacias populares: la creencia de que el precio de la vivienda no puede bajar, que las ciudades con poco suelo para edificar son en las que los precios suben más deprisa, que la inversión en vivienda es más rentable que la bolsa a largo plazo, que los precios residenciales tienen que seguir subiendo para converger con Europa o que el extranjero continuará comprando casas en España alentado por los precios, cuando en realidad es un inversor que se está retirando del mercado. El catedrático propone medidas para poner coto a la burbuja inmobiliaria, como la eliminación de la desgravación fiscal a la vivienda, que se propicie el alquiler para los jóvenes en vez de la compra o dejar tranquilo el suelo, a lo que el gerente de la universidad de alcalá de henares, julio Rodríguez López, añade la equiparación fiscal entre alquiler y propiedad
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