Comentarios: 1
En el mercado inmobiliario británico hay algo aún más caliente que los precios de las casas: las empresas que las construyen. El 26 de marzo taylor woodrow y george wimpey acordaron una fusión de 5.000 millones de libras (7.500 millones de euros) para crear el mayor constructor del país. El año pasado las dos empresas construyeron alrededor de 22.000 casas en el reino unido. Juntas podrán reducir costes en más de 70 millones de libras al año (105 millones de euros) y tendrán una posición más fuerte en estados unidos, donde tienen operaciones en florida, california, arizona y tejas. La fusión puede ser la mayor de su especie pero no es la primera: de los diez constructores más grandes del país en 2002 sólo quedan seis

Por otro lado, una posible modificación que se avecina en el sector inmobiliario británico podría ser el cambio en las normas que han preservado los "cinturones verdes" en torno a las ciudades. Según un informe de diciembre de kate barker, miembro del comité de política monetaria del banco de Inglaterra, las granjas y parques que han conformado el paisaje alrededor de grandes núcleos urbanos podrían desaparecer para dejar espacio para unas 209.000 viviendas más al año a lo largo de las próximas dos décadas. Este cambio ha suscitado un gran interés por el terreno cercano a las ciudades, que podría ser recalificado. Según peter damesick, responsable de investigación en cb richard ellis, una muestra del cambio es que los inversores institucionales con poca experiencia previa están ahora participando en el juego de la especulación de estos terrenos

Ver comentarios (1) / Comentar

1 Comentarios:

toni
30 Marzo 2007, 23:08

Para muchos expertos immobiliarios catalanes, durante décadas, el modelo inglés de resolver el crecimiento de las ciudades, el "planning", ha sido motivo de sana envidia. El deterioro de los ferrocarriles ingleses después de las privatizaciones de Missis Thacher parece ser que han significado un punto de inflexión hacia la dictadura del mercado del suelo, extraordinariamente lejano siempre del mercado abstracto liberal de la competencia perfecta. La especulación institucional que ahora serà novedad en Inglaterra aproxima su política a la nuestra, pues esta especulaciòn institucional -que ha dado pie a infinitas corrupciones- hasta cierto punto ha sido la solución de la administración local española aplicada para dar respuesta a las necesidades más immediatas de la población ante la cicatera aportación del Estado a sus presupuestos. Siempre soñamos vivir en un paisaje inglés bajo el cielo mediterráneo, y ahora resulta que los ingleses acabaran viviendo en un paisaje meditarraneo bajo el cielo británico. Es más: como dice el refran aquel de las barbas de tu vecino, bien pudiera ser que las miles de hectáreas protegidas por la democracia española, que es uno de sus logros, eso si saltándose por falta de dinero la equitativa distribución de costes y beneficios, es decir a cuenta de unos propietarios sin contrapartida alguna y en beneficio de otros propietarios simplemente benficiados, bien pudiera ser que al final no quede en nada. En el País Vasco, en el caso de vitoria por ejemplo, podemos encontrar consuelo e inspiración, pero nos falta el concierto económico imprescindible, o la independencia a la que aspiramos pero a la que de momento no osamos, naturalmente.

Para poder comentar debes Acceder con tu cuenta