El mercado inmobiliario se muda de traje y el comprador de vivienda aprovecha la coyuntura para estrenar nuevos patrones de comportamiento. Mientras el sector de la construcción residencial parece que esta vez sí entra en pista de aterrizaje, algunos clientes potenciales han optado por instalarse cómodamente en la sala de espera. "La demanda de reposición, las personas que se quieren cambiar de barrio o mejorar su casa, está a la expectativa ante la ralentización", explica josé Manuel mc clure, director comercial del grupo lar. "Sin embargo los compradores de primera residencia, como inmigrantes o matrimonios jóvenes, siguen muy activos", agrega. Por otro lado, "los compradores exigen más información, conocer a fondo la promoción en la que van a comprar su casa. Por ejemplo se preocupan por saber más de la empresa o del detalle de las calidades", apuntan en larcovi
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