Las 60 vanguardistas viviendas de alquiler residencial, comercializadas por Engel & Völkers, están diseñadas en colaboración con los renombrados estudios de arquitectura MVRDV (Rotterdam, Países Bajos) y GRAS (Palma de Mallorca, España).
Sin duda alguna, este proyecto está provocando que este histórico barrio de Palma, que siempre ha sido un estandarte de modernidad y libertad, viva una nueva juventud, gracias a una arquitectura de vanguardia y un esfuerzo de regeneración transversal, que mira a su pasado como seña de identidad e integra la visión de vida moderna y sostenible. El resultado son unos espectaculares edificios de diseño icónico que están llamados a convertirse en una referencia para la zona poniente de Palma.
"El proyecto Gomila es un proyecto arquitectónico apasionante: cada uno de los siete edificios destaca por su propio diseño individual y, sin embargo, al mismo tiempo forman parte de un conjunto único que da a Gomila un nuevo impulso", afirma Jacob van Rijs, socio fundador de MVRDV. "Cuando se miran en conjunto, se ve una colorida colección de edificios que, de alguna manera, siguen funcionando juntos como un grupo".
“En términos de urbanismo, el concepto gira en torno a la diversidad de los edificios", añade Winy Maas, socio fundador de MVRDV. "Algunos de los diseños son más apropiados para viviendas familiares, mientras que otros son más adecuados para apartamentos para solteros o parejas; algunos edificios son totalmente residenciales, mientras que otros incorporan funciones comerciales. Esta diversidad de personas y espacios ayudará a devolver a El Terreno la vitalidad perdida".
"Gomila Mallorca activa una nueva centralidad en Palma, un nuevo punto de encuentro y referencia no sólo para la gente del barrio, sino para todos los ciudadanos", afirma Guillermo Reynés, fundador de GRAS Reynés Arquitectos
Gomila renace, por tanto, como una comunidad moderna y ecléctica, con un detallado enfoque hacía la vida y trabajo moderno, ofreciendo una extraordinaria mezcla de pisos y adosados con superficies desde 66m² hasta 232m².
Cada vivienda cuenta con plaza de garaje, acceso a piscina y gimnasio y la posibilidad de uso de la sala social “Txoko”, un espacio en el que pueden celebrar eventos, cocinar y organizar reuniones sociales.
Los edificios de Gomila Mallorca son energéticamente neutros e implementan muchos de los principios desarrollados para el estándar Passivhaus, generosos espesores de aislamiento térmico y medidas pasivas de control climático, como persianas y ventilación cruzada. Para aprovechar las muchas horas de sol de Mallorca, los tejados albergan paneles solares, mientras que los sistemas de recuperación de calor reducen aún más el consumo energético de los edificios. Además, muchos de los materiales se han obtenido localmente, lo que reduce las emisiones de carbono producidas por la construcción.
Las fachadas de los edificios de Gomila se han trabajado muy cuidadosamente, variando colores con valentía y utilizando elementos tradicionales como la baldosa cerámica de producción local de la familia Huguet en el icónico edificio azul, con la construcción de elementos de en tierra de la innovadora empresa Fetdeterra, un ejemplo de eco-innovación, diseño de producto y desarrollo tecnológico, en el edificio marrón.
El proyecto Gomila se extiende mucho más allá de las viviendas. La inauguración del restaurante Brutus, el renacimiento de la histórica cafetería Bellver, apertura de una floristería, renovación del supermercado y el ansiado retorno de una panadería al barrio, que será gestionada por la fundación para la integración de las personas de discapacidad intelectual Amadip Esment, crean un ecosistema social y cultural que dota a El Terreno de una equilibrada identidad y supone una apuesta por la calidad de vida de barrio.
Las viviendas
Las modernas viviendas de alquiler ofrecen de 1 a 3 dormitorios, cuentan con un salón, cocina equipada y terrazas propias de varios tamaños. La ventilación cruzada, techos altos, los cuales crean diferentes espacios climáticos que se adaptan a la temperatura de temporada, el suelo radiante y ventanas de doble acristalamiento son elementos combinados con mucho detalle para maximizar el confort mientras se reduce al máximo el consumo energético en las viviendas.
Las viviendas de Gomila se caracterizan por su enorme diversidad de tamaños, número de dormitorios, distribuciones, plantas y espacios que ofrecen. Formando parte de una comunidad dispersa en varios edificios, añade elementos difíciles de conseguir en entornos urbanos como son las piscinas, gimnasio, el Txoko como punto de encuentro y la oferta gastronómica, cultural y social que está floreciendo a su alrededor. El Terreno siempre ha sido un sitio 'cool' y ahora, sin duda, está atrayendo a personas que aprecian la diversidad y multiculturalidad que respira este barrio de Palma.
A su vez, Gomila se encuentra a solo unos pasos del Paseo Marítimo de Palma, el cual está en pleno proceso de renovación, a la vez que está flanqueado por el bosque de Bellver, verdadero pulmón verde de Palma con sus excelentes caminos peatonales y su irrepetible castillo circular que tranquilamente vigila la ciudad y su bahía. Para mejorar la movilidad urbana, Gomila pone a disposición bicicletas y patinetes eléctricos los cuales teniendo en cuenta el buen clima de Palma de Mallorca, se podrán disfrutar sin duda todo el año, sin tener que recurrir al coche para moverse en la ciudad.
El barrio el Terreno y su historia
En 1.777 llegó el primer vecino al barrio. Fue el pintor, dibujante y naturalista de la Casa Real Cristóbal Vilella. Le siguieron burgueses e indianos, que construyeron villas de veraneo y casas de arquitectura colonial con grandes jardines y árboles exóticos. A finales del siglo XIX, la familia Gomila, llegada de las Antillas, construyó una casa en El Terreno y cedió la parte delantera al Ayuntamiento, para que los niños del barrio pudieran jugar. La llamaban «sa Plaçeta». Hoy, es la Plaza Gomila. En 1910 se inauguró el primer hotel del barrio, el mítico Reina Victoria, seguido en 1923 por el Hotel Mediterráneo. El Terreno se convirtió en una zona de turistas y vecinos selectos, hoteles icónicos y libertad.
Entre los años 50 y 70, El Terreno fue el escenario del esplendor de una Europa despreocupada que volvía a disfrutar y a divertirse. Un lugar de culto por el que pasaron multitud de artistas, intelectuales y bohemios atraídos por la moderna diversión cosmopolita que se vivía en sus bares y salas de fiesta. El Patio, Tito’s, Barbarela, el bar Mónaco, los descapotables, los dry martinis, el Sgt. Pepper’s, las camisas de seda, las botas altas, Ava Gardner o Errol Flynn. El bar Chotis, la barra del Joe’s, Robert Graves, Aristóteles Onassis, Marlene Dietrich, los encuentros de Camilo José Cela, el concierto de Jimmy Hendrix, el de Wilson Picket, el de Ray Charles o el de los B. B. King.
El esplendor de Gomila fueron ellos y la lista es interminable. Desde que llegó el primer vecino, El Terreno ha ejercido una especial atracción en todos los que han habitado y pasado por aquí. Y es que, como dijo Santiago Rusiñol, escritor, pintor, y vecino de la Plaza Gomila a principios del siglo XX:
«…Un lugar tan delectable, tan bello y tan isla».
Hoy, gracias al proyecto Gomila, el barrio de El Terreno vuelve a resplandecer con el nuevo proyecto residencial de Gomila. Como proyecto de regeneración irrepetible en la ciudad de Palma, Gomila acerca una oferta inmobiliaria sin precedentes que está transformando el barrio en uno de los mejores lugares donde vivir en la ciudad de Palma.
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