Alquilar un piso en Barcelona sale más caro, a medio y largo plazo, que comprarlo. La diferencia se debe a los incentivos fiscales de los que se beneficia la adquisición de vivienda en España, según un informe de la cámara de comercio de Barcelona. El estudio argumenta esta afirmación con un ejemplo que compara el coste real de arrendar o de comprar un piso tipo en Barcelona y concluye que residir de alquiler cuesta 2.391 euros más al año que en una vivienda de propiedadel ejemplo de la cámara se basa en un piso de 71 metros cuadrados con un precio de compra de 177.477 euros, con una hipoteca a 20 años con un tipo de interés del 5,76%, que supone un coste anual de 14.964 euros. Para este mismo piso, el alquiler medio en Barcelona ascendería a unos 594,3 euros al año. El estudio de la cámara, que no entra en el análisis de las razones de la escalada de precios de la vivienda, corrobora que el alquiler a precios de mercado no es una alternativa económicamente competitiva y añade que, con las dificultades de los propietarios para garantizar el cobro de las rentas, tampoco parece una alternativa de inversión
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