Tras varios años de saneadas cuentas de resultados y un 2006 cuajado de opas y salidas al parqué, 2007 ha supuesto un punto de inflexión en la meteórica proyección de las inmobiliarias cotizadas españolas. La desaceleración de la demanda de vivienda sumada a la subida de los tipos de interés y el endurecimiento de los créditos para la financiación, consecuencia de la crisis de las subprime norteamericanas, han provocado un cambio de ciclo en el que ya han aparecido las primeras víctimas
El 18 de abril la cotización de astroc se precipitaba al vacío perdiendo un 43% de su valoración bursátil en una sola jornada. Desde ese momento las compañías del sector han perdido más de 14.000 millones en bolsa. Los resultados obtenidos por las inmobiliarias cotizadas durante el tercer trimestre hablan del fin de una era: astroc, inbesós y reyal urbis en números rojos; martinsa fadesa, parquesol y riofisa recortan beneficios. En este escenario y con la negativa bancaria a mantener la financiación, la deuda se ha convertido en la principal protagonista de esta crisis. En conjunto, las compañías inmobiliarias deben a los bancos más de 282.000 millones de euros. La gestión de esta deuda es el escollo más importante a salvar por parte de las cotizadas, que se han visto obligadas a recurrir a sus activos para poder saldar cuentas con las entidades financieras, provocando bajadas en el precio del suelo, edificios comerciales, de oficinas e industriales. En otros casos, como en el de habitat, lo único que se ha conseguido ha sido prorrogar los pagos para evitar que la sociedad entrase en un proceso concursal. En un último intento por poner al día sus cuentas, algunas cotizadas han acabado el año buscando liquidez en competidoras no listadas, que han visto en estas operaciones la mejor opción de salir al parqué. En todo caso estas fusiones han sido castigadas por el mercado, que no ve en ellas más que el intento desesperado de algunas empresas por sobrevivir al momento actual
El 18 de abril la cotización de astroc se precipitaba al vacío perdiendo un 43% de su valoración bursátil en una sola jornada. Desde ese momento las compañías del sector han perdido más de 14.000 millones en bolsa. Los resultados obtenidos por las inmobiliarias cotizadas durante el tercer trimestre hablan del fin de una era: astroc, inbesós y reyal urbis en números rojos; martinsa fadesa, parquesol y riofisa recortan beneficios. En este escenario y con la negativa bancaria a mantener la financiación, la deuda se ha convertido en la principal protagonista de esta crisis. En conjunto, las compañías inmobiliarias deben a los bancos más de 282.000 millones de euros. La gestión de esta deuda es el escollo más importante a salvar por parte de las cotizadas, que se han visto obligadas a recurrir a sus activos para poder saldar cuentas con las entidades financieras, provocando bajadas en el precio del suelo, edificios comerciales, de oficinas e industriales. En otros casos, como en el de habitat, lo único que se ha conseguido ha sido prorrogar los pagos para evitar que la sociedad entrase en un proceso concursal. En un último intento por poner al día sus cuentas, algunas cotizadas han acabado el año buscando liquidez en competidoras no listadas, que han visto en estas operaciones la mejor opción de salir al parqué. En todo caso estas fusiones han sido castigadas por el mercado, que no ve en ellas más que el intento desesperado de algunas empresas por sobrevivir al momento actual
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