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El ayuntamiento de Barcelona ha decidido hacer frente al acoso inmobiliario que se ceba en los ciudadanos más desprotegidos de algunos barrios de la ciudad, especialmente en los de ciutat vella. Como primer paso ha abierto un servicio especial dentro de la oficina municipal de información al consumidor (omic), en ronda de sant pau 43

El servicio se inauguró esta semana y recibió en su primer día 10 denuncias por "mobbing inmobiliario", de las que sólo cuatro fueron consideradas por los funcionarios como posible acoso. Luis álvarez, jefe de servicio de la omic deja claro que desde la oficina solamente se puede ofrecer asesoramiento. "Primero recibimos la información y, si consideramos que existe acoso inmobiliario, derivamos al ciudadano al servicio jurídico para que se le informe de cómo debe pagar el alquiler. Sobre todo insistimos en que no dejen de pagarlo". La falta de pago es el mejor sistema de conseguir desalojar a un inquilino de renta antigua

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