Hasta ahora un propietario de suelo podía retenerlo tranquilamente frenando el crecimiento residencial de una zona. Sin embargo, la situación cambia este agosto, cuando se cumple el primer aniversario de la ley del suelo de Madrid. En ese momento se podrá estrenar una figura inspirada en la del agente urbanizador valenciano y que consiste fundamentalmente en que alguien ajeno a la propiedad del suelo puede tomar la iniciativa de desarrollarlo no obstante, en la ley madrileña, a diferencia de la valenciana, la última palabra la conserva el propietario que puede proponer una alternativa a la presentada en un plazo de tiempo limitado. En cualquier caso, uno u otro tendrán que desarrollar ese suelo
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