El pasado Domingo más de dos mil personas se concentraron en el pau de carabanchel para reclamar sus viviendas. Muchos superan los cuatro años de espera. Al parecer, las constructoras ya han edificado los pisos, pero no pueden entregarlas porque la urbanización de una zona del pau no está terminada. La mayor parte de los manifestantes culpan de esta situación al presidente de la junta de compensación, josé dapena, que resulta ser propietario de más del sesenta por ciento de los terrenos, lo que le da una amplia libertad para marcar el ritmo de los trabajos. El problema estriba básicamente en que las juntas de compensación de los pau no sólo son responsables de construir las viviendas, sino también de realizar la urbanización de los barrios. Y mientras la urbanización de los terrenos no se ajuste a los baremos de calidad fijados por el ayuntamiento, éste no da la licencia definitiva y los pisos no pueden entregarse
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