¿Se imagina una ciudad española en la que más del ochenta por ciento del parque de viviendas estuvieran destinadas al alquiler? Así eran Barcelona y Madrid en 1953. Hoy la situación se ha invertido: sólo un 11% de las viviendas están alquiladas y quienes alquilan, mayoritariamente jóvenes, sueñan con tener algún día un piso en propiedad. Muchos de los que pensaban comprar un piso se ven forzados a continuar en alquiler por la subida de los precios inmobiliarios y de los tipos de interés. Según álex Vázquez, director del departamento de alquiler de la inmobiliaria forcadell, "estamos viendo cómo salen menos pisos para alquilar porque los arrendatarios, en lugar de comprar un piso, optan por renovar el alquiler". Esto ha provocado que, según la cambra de la propietat, se haya reducido el número de nuevos contratos de alquiler en Barcelona en el último año, especialmente a partir del verano, con un descenso del 13% en les corts y del 7% en el eixample en el tercer trimestre. "Si el arrendatario quiere renovar y no ha dado problemas, el propietario prefiere renovar y aplicarle una subida moderada, dejando el precio por debajo de mercado, antes que arriesgarse a cambiar de inquilino"
1 Comentarios:
¿Y la costumbre de los caseros de no devolver las fianzas? ¿Y los caseros que pasan de arreglar y mejorar sus viviendas? ¿Y el que te tiene en negro para no pasar por hacienda?
No me extraña que haya quien destroce pisos
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