El freno del sector inmobiliario ha lastrado el crecimiento estadounidense. Los precios de las casas han sufrido la mayor caída en 35 años y la inversión en vivienda ha bajado el 17,4% en el último trimestre, un descenso que no se conocía desde 1991. Esa tendencia inmobiliaria ha tenido efectos sobre el producto interior bruto (PIB), que en el último trimestre sólo avanzó el 1,6%. Aunque el consumo de los ciudadanos sigue alto, la caída de precio de la vivienda puede tener consecuencias en la riqueza de las clases medias de estados unidos. En los últimos tiempos ha existido siempre una tendencia de los ciudadanos a hipotecar las casas una y otra vez para financiar otros bienes de consumo
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