La crisis inmobiliaria ha aterrizado en el proyecto de urbanización del nuevo mestalla incluso antes de su construcción. En el actual contexto económico de crisis, unido a las dificultades que tuvieron para vender la primera de las torres del estadio, han hecho a la entidad contemplar la posibilidad de transformar parte de las 630 viviendas proyectadas en oficinas. Los propietarios del suelo ya encontraron los primeros obstáculos con la subasta de la primera de las cinco torres del actual solar. En aquel momento, la falta de compradores provocó que tuviera que ser el entonces presidente del Valencia, Juan soler, quien aportara los 90 millones de euros que se había fijado el club como objetivo para garantizar la viabilidad del nuevo proyecto emprendido con el nuevo estadio de la avenida cortes valencianas
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